Papá, animate a decirle a tu hijo: “gracias, te quiero mucho”



Gualeguaychú (Entre Ríos) (AICA): El obispo de Gualeguaychú, monseñor Jorge Lozano, aseguró este domingo que “hablar de padre nos evoca necesariamente al hijo” y sostuvo que “ser papá expresa una relación fundada en algo nuevo, una vida nueva: el hijo, los hijos”. El prelado llamó a valorar las expresiones de cariño, por lo que en el Día del Padre, que se celebra este domingo en Argentina, propuso: “Papá, animate a decir a tu hijo “gracias, te quiero mucho”. Y si te equivocaste, pedile perdón. Y vos, hijo, decíselo a tu papá”. También rezó “especialmente por los papás que sufren la muerte de su hijo”, porque “cuando nos enteramos de enfermedades terminales, o crímenes aberrantes, nos sacude el alma un dolor incomprensible y difícil de expresar en palabras”. Y ofreció a todos los papás en su día su afecto y bendición.

El obispo de Gualeguaychú, monseñor Jorge Lozano, aseguró este domingo que “hablar de padre nos evoca necesariamente al hijo” y sostuvo que “ser papá expresa una relación fundada en algo nuevo, una vida nueva: el hijo, los hijos”.

“No se nace papá. Si bien se dice con verdad que es algo que ‘se aprende todos los días’, sin embargo es una realidad que tiene un punto concreto de comienzo”, subrayó en su columna semanal.


El prelado aclaró que “aunque el lenguaje parezca tomado de la geometría. La relación que se funda es asimétrica, distinta de otras —simétricas— entre hermanos o amigos”.


“Padre-hijo es una relación, un vínculo que puede ayudar a crecer y madurar a las personas (ambos) o puede deteriorar (también a ambos). La relación no nos resulta inocua o indiferente”, destacó, al indicar que cada momento de la vida tiene su peculiaridad.


Tras citar párrafos de canciones de Eladia Blázquez y Joan Manuel Serrat que describen esa relación fundada en el amor y el reconocimiento mutuo y en parecidos que a veces dan satisfacción, advirtió que “hoy la humanidad vive cierta desorientación”.


“A veces decimos que el mundo anda a la deriva, sin rumbo. Una de las causas de esta pérdida de sentido tiene que ver con la ausencia de paternidad. Es el signo más claro de un padre que se borró. El caos en la distribución de la riqueza, la injusticia en el mundo, el mal trato a la casa común, son signos de paternidad débil, que no protege ni cuida lo que es común. En la familia ése es el rol del padre. En la sociedad como familia humana también”, indicó.


El obispo gualeguaychense consideró que “desplazar a Dios como fuente de vida y paternidad debilita los vínculos fraternos. Buena parte de la falta de valoración de la vida de los demás tiene que ver con el poco aprecio a la propia vida. Muchos adolescentes y jóvenes (y aun mayores) tienen baja autoestima por falta de estímulos en sus hogares”.


“¡Cómo valoramos las expresiones de cariño! Papá, animate a decir a tu hijo “gracias, te quiero mucho”. Y si te equivocaste, pedile perdón. Y vos, hijo, decíselo a tu papá”, sostuvo.


Por último, monseñor Lozano rezó “especialmente por los papás que sufren la muerte de su hijo. Cuando nos enteramos de enfermedades terminales, o crímenes aberrantes, nos sacude el alma un dolor incomprensible y difícil de expresar en palabras. Quiero acercarles a todos los papás en su día mi afecto y bendición”.+



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