Carta del papa a los futuros cardenales



Ciudad del Vaticano (AICA): “Espero que, al formar parte de la Iglesia de Roma vestido con las virtudes y los sentimientos del Señor Jesús, puedas ayudarme con fraterna eficacia en mi servicio a la Iglesia universal”, les dijo el Santo Padre en una carta enviada a cada uno de los cardenales nombrados públicamente durante el Ángelus del pasado domingo y que creará el próximo 22 de febrero. En la fraternal misiva el pontífice les recuerda que “el cardenalato no significa una promoción, ni un honor, ni una condecoración; es simplemente un servicio que exige ampliar la vista y agrandar el corazón”.

“Espero que, al formar parte de la Iglesia de Roma vestido con las virtudes y los sentimientos del Señor Jesús, puedas ayudarme con fraterna eficacia en mi servicio a la Iglesia universal”, les dijo el Santo Padre en una carta enviada a cada uno de los cardenales nombrados públicamente durante el Ángelus del pasado domingo y que creará el próximo 22 de febrero. En la fraternal misiva el pontífice les recuerda que “el cardenalato no significa una promoción, ni un honor, ni una condecoración; es simplemente un servicio que exige ampliar la vista y agrandar el corazón”.

Texto de la carta del Papa

Querido hermano,

En el día en el que se hace pública tu elección de formar parte del Colegio de Cardenales, te mando un cordial saludo, y te aseguro mi cercanía y mi oración. Espero que, al formar parte de la Iglesia de Roma “vestido con las virtudes y los sentimientos del Señor Jesús” (Rom 13,14 ), puedas ayudarme con fraterna eficacia en mi servicio a la Iglesia universal”.


El cardenalato no significa una promoción, ni un honor, ni una condecoración; es simplemente un servicio que exige ampliar la vista y agrandar el corazón. Y, aunque parezca una paradoja, este poder observar más lejos y amar más universalmente con mayor intensidad, se pueden obtener sólo siguiendo el camino del Señor: el camino de la humildad, convirtiéndose en siervo (Fil 2,5-8). Así que te pido, por favor, que recibas esta designación, con un corazón sencillo y humilde. Y, aunque lo hagas con alegría y con gozo, intenta que este sentimiento se aleje de cualquier expresión mundana, de cualquier celebración ajena al espíritu evangélico de austeridad, sobriedad y pobreza.


Adiós y hasta el próximo 20 de febrero, cuando comenzaremos los dos días de reflexión sobre la familia. Quedo a tu disposición y, por favor, te pido que reces y pidas que recen por mí


Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te proteja.+



Etiquetas:

Publicar un comentario

[facebook][blogger][disqus]

Diocesis de Celaya

Forma de Contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.
Javascript DesactivadoPor favor, active Javascript para ver todos los Widgets