Mons. Stanovnik: Como San José, aprendamos a cuidar del otro

Mons. Stanovnik: Como San José, aprendamos a cuidar del otro




Saladas (Corrientes) (AICA): El arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OMPCap, destacó que San José fue el hombre que supo “cuidarse” bien y cuidar del otro, al asegurar que “cuando uno aprende a cuidarse bien, necesariamente se preocupa de cuidar a los otros y de cuidar el lugar donde vive. Esa es la vocación a la que Dios nos llama a todos, a cada uno por su propio camino”. “Miremos a San José: él nos enseña que el cuidado de los otros se realiza con firmeza y con ternura, pero siempre con el corazón totalmente confiado en Dios, que es la roca firme y segura en la que podemos apoyarnos y descansar. Vayámonos de esta celebración con el compromiso de cuidarnos unos a otros, de hacerlo con bondad, amor y apertura al otro”, subrayó.

El arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OMPCap, lamentó que “hoy estamos muy huérfanos de ejemplos que nos enseñen a cuidar bien de las personas y las cosas”, al advertir que “vivimos en una época de mucha confusión y desorientación: se desdibujan cada vez más los límites entre lo que está bien y lo que está mal. ‘Dale que no pasa nada’, y entonces se empieza a extender una manera de vivir en que todo vale”.

“Lo bueno y lo que no está bien se define con el ‘me gusta’, ‘no me gusta’, y ese criterio vale para todo: para los vínculos más importantes en la vida de las personas, como son los de la pareja, el matrimonio y la familia, o para decidir la ingesta de sustancias dañinas como el alcohol, la droga. Frente al vale todo, lo único que se nos ocurre decir es ‘cuidate’. El otro no importa con tal que te cuides vos. Pero, en realidad, para cuidarse bien hay que aprender a cuidar de los otros”, sostuvo al presidir la misa por la solemnidad de San José, en la ciudad de Saladas.


El prelado destacó que “San José fue el hombre que supo ‘cuidarse’ bien. Aprendió a cuidarse porque se sintió protegido. Descubrió el secreto que le daba la verdadera seguridad: estar allí donde Dios quiso que estuviera. Estar allí donde Dios nos llama a estar, es la mayor seguridad que se puede tener en la vida. Allí estamos protegidos, nada menos que por Dios mismo. Él nos acompaña con su amor fiel”.


“Cuando uno aprende a cuidarse bien, necesariamente se preocupa de cuidar a los otros y de cuidar el lugar donde vive. Esa es la vocación a la que Dios nos llama a todos, a cada uno por su propio camino. Estamos llamados a cuidarnos, a tratarnos bien y a construir juntos un lugar habitable y digno para todos”, sostuvo, y recordó que el miércoles se cumplió un año del inicio del ministerio petrino del papa Francisco.


Monseñor Stanovnik estimó que “la vocación y misión de cuidar atañe muy especialmente a los que tenemos responsabilidades de servicio a los demás: ya hemos señalado a los cónyuges y a padres, como los primeros responsables de cuidarse recíprocamente y de proteger a sus hijos; luego hay funciones muy importantes en la comunidad que reclaman el cuidado de la gente: son los que ocupan puestos de responsabilidad en la función pública, en el ámbito económico, político y social. Luego somos todos los que debemos ser ‘guardianes’ de nuestros hermanos, especialmente de los más pobres y de los que más sufren”.


El arzobispo correntino insistió en afirmar que “para cuidar a los otros, recordaba el papa Francisco hace un año, también tenemos que cuidar de nosotros mismos. Recordemos que el odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida. Debemos vigilar sobre nuestros sentimientos, nuestro corazón, porque ahí es de donde salen las intenciones buenas y malas: las que construyen y las que destruyen. No debemos tener miedo de la bondad, más aún, ni siquiera de la ternura”.


“Miremos a San José: él nos enseña que el cuidado de los otros se realiza con firmeza y con ternura, pero siempre con el corazón totalmente confiado en Dios, que es la roca firme y segura en la que podemos apoyarnos y descansar. Vayámonos de esta celebración con el compromiso de cuidarnos unos a otros, de hacerlo con bondad, amor y apertura al otro”, concluyó.+


Texto completo de la homilía



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