Murió el padre José Gallinger, un religioso verbita con 70 años de vida sacerdotal


Murió el padre José Gallinger, un religioso verbita con 70 años de vida sacerdotal




Rafael Calzada (Lomas de Zamora) (AICA): El padre José Gallinger SVD murió el pasado 13 de octubre de 2014 a los 93 años en el Hogar San Javier, de la localidad bonaerense de Rafael Calzada, donde vivía desde 1998. La misa de exequias fue presidida por el obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones SJ, y concelebrada por el obispo auxiliar de la diócesis, monseñor Jorge Vásquez, y el provincial y consejero general del Verbo Divino, padre Gregory Pinto, junto con muchos cohermanos de la congregación y laicos de las comunidades donde el religioso compartió su fe, trabajo y misión.

El padre José Gallinger SVD murió el pasado 13 de octubre de 2014 a los 93 años en el Hogar San Javier, de la localidad bonaerense de Rafael Calzada, donde vivía desde 1998.

La misa de exequias fue presidida por el obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones SJ, y concelebrada por el obispo auxiliar de la diócesis, monseñor Jorge Vásquez, y el provincial y consejero general del Verbo Divino, padre Gregory Pinto, junto con muchos cohermanos de la congregación y laicos de las comunidades donde el religioso compartió su fe, trabajo y misión.


La Provincia de los Misioneros del Verbo Divino – Argentina Sur y la Congregación recuerdan con agradecimiento al padre Gallinger, quien dedicó su vida religiosa y sacerdotal con “celo espiritual y misionero en bien de la Iglesia en la Argentina”.


“Agradecemos al Dios de la Vida el regalo de su persona, su testimonio y servicio entre nosotros. Pedimos por su eterno descanso y que el Señor le conceda el gozo de la eterna caridad”, piden.


75 años de religioso y 70 de sacerdote


El padre José Gallinger fue recordado con cariño por la congregación a través de su página web: www.svdargentina.org.ar .

Nació el 13 de marzo de 1921 en Gascón, provincia de Buenos Aires, arquidiócesis de Bahía Blanca. Sus padres eran José Gallinger y Ana María Kloster.


Ingresó al Noviciado de la Congregación del Verbo Divino, en Rafael Calzada (Buenos Aires), el 1 de marzo de 1937 y realizó su primera profesión religiosa el 1 de marzo de 1939, los votos perpetuos los emitió el 1 de marzo de 1943 y en 1944 recibió la ordenación sacerdotal.


Fue profesor de Historia de la Iglesia y Pastoral, prefecto de los candidatos en el seminario San Francisco Javier desde su ordenación hasta 1950. Ese año es nombrado Maestro de Novicios en el mismo Seminario San Francisco Javier de Rafael Calzada. Entre 1954 y 1957 fue director de la imprenta Guadalupe en Rafael Calzada, simiente de la empresa editorial que conduciría con singular fecundidad y empeño tiempo después, durante dos décadas (1965-1985) en Capital Federal.


En dos períodos fue párroco de Nuestra Señora de Guadalupe, en el barrio porteño de Palermo. Allí condujo un proceso de crecimiento comunitario que se tradujo en una prolífica actividad educativa y misionera. De la abundancia de su vida sacerdotal y evangelizadora da cuenta también el impulso fundacional con que dio origen a la Comunidad Fraterna Guadalupe (Cofragua), al Seminario de Teología para Laicos y a la Escuela Secundaria Comercial del Instituto “Arturo Gómez”. Además, se destacó como asesor del Instituto Secular Apóstoles del Sagrado Corazón y de la Asociación de Hombres de la Acción Católica Argentina.


También ofreció su experiencia y su discernimiento a la conducción de la comunidad religiosa cuando fue elegido superior provincial (1976-1983) y rector de la Casa Verbo Divino.


A lo largo de su ministerio ha realizado numerosas publicaciones, se destacó por ser un reconocido predicador de retiros y ejercicios espirituales dirigidos a laicos, consagradas/os y sacerdotes en diversos lugares del país y fuera de él. Su profundidad humana y sabiduría teologal se fraguó junto con su comprensión y entusiasmo del Concilio Vaticano II como un nuevo Pentecostés para la Iglesia.


Desde 1998 residió en el Hogar San Javier, de Rafael Calzada, desde allí continuaba irradiando los dones recibidos. Como hombre modesto y sobrio, trasmitía su paz, hondura, delicadeza e integración personal. Disfrutaba de la vida comunitaria y espiritual que se comparte en el Hogar y de igual manera cuando recibía llamadas telefónicas y visitas amigas.


El padre José, muy querido y respetado por todos, fue “mimado” de un modo particular en este último año, cuando celebró sus 75 años de vida religiosa y 70 años de sacerdocio. La comunidad de los cohermanos, laicos y amigos, pudieron expresarle su cariño y gratitud en vida.+



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