Monseñor Tscherrig presidirá una misa en el atrio de la catedral basílica del Santísimo Salvador el sábado 31, a las 20, y al día siguiente acompañará la peregrinación juvenil al santuario de Río Blanco.
Con el fin de que los jujeños participen de las actividades programadas y conozcan más acerca de la historia de la patrona de la provincia, el museo de la catedral jujeña expone por estos días varios documentos históricos de la época de la coronación de esta advocación mariana. Hay fotografías, cartas de obispos, actas y antiguos decretos.
En tanto, la cuarta peregrinación de los jóvenes llevará por lema “Jóvenes constructores del reino”. Se supo que la columna principal marchará desde la catedral con la imagen de la Virgen coronada y el obispo diocesano, monseñor César Daniel Fernández.
Además, el sábado 7 de noviembre se cumplirá la peregrinación de los gauchos y paisanas bajo la consigna “Tata Dios nos ama, nos une y nos compromete”. La cabalgata partirá a las 9 desde la catedral y, una vez en el santuario, habrá una misa para los gauchos. Luego se hará la bendición a las instituciones tradicionalistas y a sus caballos.
El 8 de noviembre se celebrará la fiesta del pueblo de Río Blanco, también conocida como ‘fiesta chica’, y ese día se hará una procesión en el lugar con el lema “En el medio del pueblo está María”. Habrá una misa para las familias a las 11 y una misa vespertina, programada a las 19.
La devoción a la Virgen
En 1584, con la conquista de la región, la tribu Paypaya fue otorgada en encomienda al capitán Gonzalo de Tapia. Luego de su muerte, y entre 1610 y 1651, Alonso de Tapia conforma una aldea con casas y una capilla, según estipulaban las Leyes de Indias. Esa primera población se conoció como San Francisco de Paypaya. El primer templo fue antecedente de la actual capilla de la Virgen de Río Blanco.
Según testimonios, en dos años se habían celebrado 250 bautismos y el cacique se había convertido a la fe cristiana. A la muerte de Alonso de Tapia, su esposa Luisa de Rivera vende las tierras al capitán Francisco Pérez de Cisneros. Es en esa época que se inició la devoción a la Virgen del Río Blanco, luego de su aparición a los aborígenes según los relatos orales.
En 1660, Pedro Ortiz de Zárate adquirió la hacienda de Río Blanco, que colindaba con la de Gonzalo Tapia y Loayza, y decidió continuar la devoción a la Virgen, levantando la actual capilla, que se denominó Nuestra Señora de Paypaya del Rosario o Nuestra Señora en el pueblo de Paypaya.+
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