Los oradores plasmaron las dificultades cotidianas que enfrentan los que defiende el orden natural y renovaron su compromiso con la causa. Sobre la familia habló el profesor Guillermo Gini, rector del Instituto San José de Calasanz, señalado por “discriminar” a las personas durante las elecciones celebradas en la ciudad de Buenos Aires al colgar un cartel con leyendas a favor del matrimonio entre el varón y la mujer.
A su turno, el doctor Antonio Catallán Pellet, jefe del departamento de Medicina Interna del Hospital Rivadavia, habló sobre las peripecias que enfrentan los defensores de la vida en los hospitales públicos. Al cierre del acto, la RFF hizo público un manifiesto.
Los organizadores de la marcha advirtieron sobre “la embestida que pretende la disolución de la sociedad, del ser nacional y de sus principios constitutivos” a partir de los ataques a la institución familiar.
“La familia, fundada en el matrimonio de un varón y una mujer, abierta a la procreación y a la educación de los hijos, con esas características, es la única base posible de una sociedad política organizada, orientada hacia el bien común y custodia eficaz de la vida humana y, más aún, del respeto a la vida y a la persona humana, en todos los ámbitos de su desarrollo y bajo todos los aspectos de su dignidad intrínseca”, expresaron.
Para la RFF, hoy en la Argentina “no se están llevando adelante políticas de promoción y protección de la familia, sino todo lo contrario”. Al respecto, critican el nuevo Código Civil y Comercial porque “socava los fundamentos de la familia, como son la autoridad paterna y la filiación, y el núcleo constitutivo del instituto familiar, que es el matrimonio”, al convalidar e incorporar al orden normativo ordinario de la república la ley 26.618, llamada “ley de matrimonio igualitario”.
Los organizadores también criticaron el régimen para la familia instituido por el nuevo Código y reclamaron a las autoridades nacionales que se encare “una profunda revisión de las disposiciones atinentes a la familia”. Rechazaron y repudiaron la ley 26.618, mal llamada de “matrimonio igualitario”, las normas del Código Civil que facilitan el divorcio y las posibilidades de manipulación embrionaria y de fecundación artificial que abren en la nueva normativa.+
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