“¿Cuáles son tus experiencias de transfiguración?”, interpeló Mons. Mestre

“¿Cuáles son tus experiencias de transfiguración?”, interpeló Mons. Mestre

Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA): En la vida se transitan momentos de luminosidad y de oscuridad, de transfiguración y de Getsemaní. En su reflexión dominical el obispo de Mar del Plata invitó a preguntarse en qué momento nos encontramos y recordar las experiencias de luminosidad, para fortalecer el espíritu con lo necesario y “encarar con decisión los desafíos de la vida”.
La Transfiguración del Señor, un momento de luminosidad. Getsemaní, tiempo de duda, oscuridad. “Nuestra vida se desarrolla constantemente entre estas experiencias”, señaló el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, en su reflexión sobre el Evangelio del 2º domingo de Cuaresma.

A la luz de la Palabra de Dios, el prelado propuso tres puntos para meditar y orar: ubicados, memoria y escuchar.

Ubicados entre el monte de la transfiguración y el valle del Getsemaní
“La transfiguración es el momento luminoso de la experiencia de la gloria de Dios en nuestra vida. Todo es diáfano y claro, no se duda, todo está confirmado y despejado: la fe es firme y experimentamos de modo evidente que Dios está con nosotros, nos ama y nos protege”, relató monseñor Mestre. Por otro lado, “Getsemaní representa la experiencia contraria: asoma la duda, se hace presente la angustia de muerte, la sequedad, la aridez, el abandono, la aparente ausencia de Dios”, agregó.

“Nuestra vida se desarrolla constantemente entre experiencias de transfiguración y de Getsemaní más o menos sostenidas. A veces en su totalidad. En otras circunstancias, algunos ámbitos están más marcados por la transfiguración y otros por Getsemaní”, afirmó.

El prelado animó a mirar nuestra vida y preguntarse “¿dónde estoy parado? ¿En la luminosidad de la transfiguración o en la oscuridad de Getsemaní?”.

Memoria agradecida de las experiencias de transfiguración
“En este punto –continuó el obispo- propongo mirar el pasado más lejano y también el más inmediato y hacer memoria agradecida de los momentos de transfiguración que el Señor nos ha regalado. Es decir, esos momentos donde todo es claro y no se duda, donde se tienen las fuerzas espirituales necesarias para encarar con decisión los pequeños o grandes desafíos de la vida”.

Y pidió “hacer memoria” de los momentos de transfiguración por dos motivos fundamentales: Para dar gracias a Dios por estos hermosos regalos que nos ha hecho a lo largo del camino y para nutrirnos de esos momentos fuertemente espirituales y de encuentro con el Señor.

Además, sirve para “cargar las pilas, alimentar las baterías, nutrir mi memoria para el momento de cruz, la prueba, la sequedad, para los tiempos de Getsemaní en nuestra vida”, añadió.

Escuchar hoy también la voz del Hijo
“En el marco del relato teofánico de la Transfiguración de Jesús lo más importante es la confirmación del Padre que nos invita a escuchar al Hijo”, recordó monseñor Mestre y aseveró que “debemos responder teniendo como gran desafío de este tiempo de Cuaresma 2018 el escuchar la voz de Jesús”. “Escuchar su Palabra que hoy se dirige de forma personal y directa a nuestro corazón. Lograr que nuestro tiempo cuaresmal esté marcado por una búsqueda sincera de escucha de su Palabra que nos reconcilia, nos renueva y nos da vida en abundancia”, concluyó.+

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