Ruidazo, chupetazo y escarpinazo por la vida frente al Congreso

Numerosas personas se manifestaron hoy de diversas formas a favor de las dos vidas frente al Congreso, donde también reclamaron “un debate serio y plural, sin apuros ni aprietes” del proyecto de ley de legalización del aborto que comenzó a tratarse en el Senado.

Las rejas del edificio del Congreso sobre la avenida Entre Ríos quedaron cubiertas de numerosos escarpines y banderitas argentinas, con leyendas como "Salvemos las dos vidas", "Adopción es la opción", "Toda vida vale" y "El homicidio de una generación no es solución".

Sin interrumpir el tránsito por la avenida Entre Ríos, grupos de jóvenes aprovechaban el lapso de los semáforos en colorado en la esquina de Hipólito Yrigoyen para desplegar ante los automóviles una muy larga bandera argentina que decía "Justicia por las dos vidas" y exhibir pancartas con leyendas alusivas al sí a la vida.

Entre los carteles portados por jóvenes y no tan jóvenes se podía leer "Los latidos de un corazón deben ser protegidos por la Nación", "Si el aborto es un derecho, el vivir es un delito", “No le llamemos mundo libre a un mundo corrompido", “FMI=Macri=Aborto", "Ninguna ley me da derecho a hacer lo que está mal", "La justicia social empieza desde el vientre" y "La ley está para proteger al inocente, no para matarlo".

Varias mujeres habían llegado de Malvinas Argentinas. Sostenían cartulinas con frases bíblicas, como "Mi embrión vieron tus ojos y en tu libro escribiste mi historia. Yo aún no había nacido. Salmo 139.6". Lo tenía Dora, pastora de una iglesia evangélica del Reino, de ese municipio del conurbano bonaerense.

Otra mujer tenía un cartel, hecho a mano, que decía "Las mujeres pobres querían abortar: " Barrio 31 de Retiro: Sí, 28,6%; No, 71,4%".

En tanto, jóvenes hablaban fuerte desde un micrófono colocado cerca de la entrada del Senado, por Hipólito Yrigoyen, donde estaba el grueso de la gente. "Se siente, se siente, la voz del inocente", arengaron. Se cantó el Himno Nacional. Y se elogió a senadores que se han pronunciado por salvar la vida de la madre y de la criatura por nacer. Un gran cartelón desplegado en la vereda del Senado decía "Presupuesto x las 2 vidas".

"Todos los que están a favor del aborto nacieron", expresaba otra cartulina dibujada a mano y colocada sobre la reja del Congreso.

"Acá no hay plata atrás, acá hay convicción", dijo Florencia Critto, abogada. Indicó que mientras en varios países están restringiendo el aborto al advertir las consecuencias -dijo que Iowa, Estados Unidos, lo acaba de limitar a las seis primeras semanas- acá estamos importándolo a destiempo.

La mujer indicó que en muchos lugares el aborto se impuso antes de que existieran las ecografías, que dan idea de un ser humano que se mueve y se chupa el dedo. Y consideró al proyecto de aborto irrestricto que se quiere implantar en la Argentina como peor que todas las legislaciones abortistas ya existentes en el mundo.

Por ejemplo, agregó, en las penas de prisión previstas para los médicos que no quieran hacer abortos y las listas negras discriminatorias de los objetores. Ya en Chile se da la bolilla negra para cortar en su carrera profesional a los médicos que se declaran objetores de conciencia. Critto insistió en la prevención y la contención para evitar embarazos no esperados. Y cuestionó que sea una cuestión de salud pública, cuando hay 31 muertes maternas por aborto procurado y 3.000 muertes por cáncer de colon, tema que no se enfrenta.

Violeta, una adolescente de 17 años, de quinto año del secundario, sostenía una pancarta que decía: "¿Desde cuándo nos convertimos en una sociedad que elige quién tiene derecho a vivir?". La acompañaba una compañera de curso, Camila, también de 17.

"Matar a un hijo nunca puede ser un derecho y menos una solución", decía otro, sostenido por Gabriela, de 19 años, de la organización "Juventud con una misión".

En la esquina de Rivadavia y Entre Ríos, otra joven levantaba un cartel que señalaba: "El aborto es para siempre. La crisis no. Elegí la vida". Cerca varios jóvenes daban cintas celestes a quienes pasaban y las querían. Y a pocos metros, un hombre vendía pañuelos verdes por el aborto, lo que hace desde que empezó la campaña, aunque en ese momento no había muchos compradores. Esperaba una manifestación por la tarde.

María Mesones, madre de cuatro hijas, pero con pinta veinteañera y con colores argentinos pintados en la mejilla, sostenía en la vereda del frente del Congreso, por Entre Ríos, otro cartel "Matar no es un derecho". Señaló que cuando se habla de abortos clandestinos por violación, nadie protege a las chicas violadas y nadie habla de los violadores. Cuando pasan partidarios del aborto y se puede conversar, apuntó, algunos inquieren, como recriminando, "¿Acaso ustedes adoptarían a un chico Down?". María afirmó: "Tengo una amiga que tiene cuatro hijos y adoptó un chico Down. Y no es el único caso que conozco".+

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