Celebraron misas en honor de San Josemaría en todo el país

Buenos Aires (AICA): El miércoles 26 de junio, fiesta de San Josemaría, el obispo auxiliar de Buenos Aires monseñor Ernesto Giobando S.J. presidió una misa en su honor en la catedral porteña, a la vez que se celebraron otras en catedrales e iglesias de muchas ciudades del país. San Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, había visitado la Argentina un año antes de fallecer 26 de junio de 1975 en Roma, donde fue canonizado por San Juan Pablo II en 2002.
El miércoles 26 de junio, fiesta de San Josemaría, el obispo auxiliar de Buenos Aires monseñor Ernesto Giobando S.J. presidió una misa en su honor en la catedral porteña, a la vez que se celebraron otras en catedrales e iglesias de muchas ciudades del país.

San Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, había visitado la Argentina un año antes de fallecer 26 de junio de 1975 en Roma, donde fue canonizado por San Juan Pablo II en 2002.

Exactamente un año antes de su fallecimiento, el 26 de junio de 1974 había tenido una reunión en el teatro Coliseo de Buenos Aires, en la que respondió a interrogantes de innumerables personas que colmaron el recinto, y a las que manifestó su amor a Dios, a la Virgen y a los argentinos.

Tras recordar que la santidad no está en las cosas que hacemos por Dios, sino en dejar que Dios haga su obra en nosotros, en su homilía monseñor Giobando dijo que “esta santidad se refleja en San Josemaría Escrivá porque se siente arcilla blanda, soplo que inspira obras de Dios en el corazón de los hijos e hijas de Dios. De un modo sencillo, sin tanta bulla, con una sonrisa”. Y agregó: “Siempre me ha llamado la atención la sonrisa de muchos sacerdotes del Opus Dei”.

Al concluir la misa, el vicario de la Prelatura del Opus Dei para la Argentina, Paraguay y Bolivia, presbítero Vìctor Urrestarazu, dio gracias a Dios y agradeció a monseñor Giobando el haber celebrado la misa “en la Catedral del Papa”, para quien manifestó el cariño de los fieles del Opus Dei por todo lo que Francisco está haciendo por la Iglesia en la Argentina y en el mundo.

Concelebraron la misa los arzobispos eméritos de Rosario y de San Juan monseñores José Luis Mollaghan y Alfonso Delgado; el vicario del Opus Dei para Buenos Aires, presbítero Fabricio Melchiori, y varios sacerdotes.

En otras ciudades presidieron misas en honor de San Josemaría el obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea; el arzobispo de Mendoza, Marcelo Colombo; el arzobispo de Paraná, monseñor Juan Alberto Puiggari; el obispo auxiliar de La Plata monseñor Alberto Bochatey; el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, y el obispo de San Luis, monseñor Pedro Martínez Perea.

También se oficiaron misas en la catedrales de Rosario, Córdoba, Tucumán, Santa Fe, Posadas, San Martín y Río Gallegos, y en iglesias y capillas de diversas provincias, entre ellas La Pampa, Salta, Santiago del Estero y Corrientes. En la capital y el conurbano bonaerense, en el barrio porteño de Caballito, en Villa Madero (partido de La Matanza) y Adrogué (partido de Almirante Brown).

En la Catedral el oficio comenzó con una procesión de los concelebrantes, mientras el coro y los presentes entonaban el himno “En medio de los pueblos”. Todos los bancos estuvieron ocupados y había numerosas personas de pie en las tres naves del templo. Tres sacerdotes atendieron confesiones durante la ceremonia. Largas filas de fieles se formaron para la comunión.

Al comenzar su homilía, monseñor Giobando dijo “Feliz día”, por la celebración, y dio gracias al padre Víctor por la invitación a compartir ese día con la familia del Opus Dei. El obispo citó textos del papa Francisco, en los que expresa que “todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día, allí donde cada uno se encuentra”.

Y señaló: “Creemos que estos textos reflejan el programa de vida que ofrecía San Josemaría a mujeres y varones que quisieran hacer de sus vidas una ofrenda agradable al Padre. Aquellos que se animan a volver a echar las redes mar adentro, allí donde el señor Jesús indica, y saber que el fruto de la pesca no es mérito nuestro, sino sólo puro Don y Gracia”.

Tuvo un mención especial para dos mujeres: Guadalupe Ortiz de Landázuri, numeraria del Opus Dei, catedrática de química, beatificada el 18 de mayo último en Madrid, y Teresa Cardona, también numeraria, a quien incluyó entre “los santos de la puerta de al lado”. Licenciada en Derecho, de 43 años, esta última falleció el sábado anterior en un accidente de tráfico en Costa de Marfil cuando coordinaba a un grupo de treinta jóvenes voluntarias de Barcelona que habían ido a Costa de Marfil a colaborar en un campo de trabajo para construir una escuela.

Al final todos los asistentes cantaron “Bendita sea tu pureza”, en honor a la Virgen María, presente en el altar en su advocación de Nuestra Señora de los Buenos Aires.+

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