Mons. Han Lim Moon: “¿A qué se debe la exigencia de Jesús?”

Mons. Han Lim Moon: “¿A qué se debe la exigencia de Jesús?”

San Martín (Buenos Aires) (AICA): “Si un famoso que tiene millones de seguidores, un día les envía un video diciéndoles que lo tienen que amar más a él que a sus padres, mujer, hijos e, inclusive, más que a su propia vida, ¿qué reacción tendrían sus seguidores?”, comenzó diciendo en su reflexión para el domingo 8 de septiembre, el obispo auxiliar de San Martín, monseñor Han Lim Moon.

En su reflexión para este domingo 8 de septiembre, el obispo auxiliar de San Martín, monseñor Han Lim Moon, expresó: “Si un famoso que tiene millones de seguidores, un día les envía un video diciéndoles que lo tienen que amar más a él que a sus padres, mujer, hijos e, inclusive, más que a su propia vida, ¿qué reacción tendrían sus seguidores?”.

Porque “algo similar le dijo Jesús a la multitud de sus seguidores en el Evangelio”, además de decirles que “tenían que cargar con su propia cruz”, es decir, “con sufrimientos, burlas y persecuciones”, para poder seguirlo. Luego, “les pidió renunciar a todas sus posesiones para que Él sea el Señor y ellos sus administradores”.

Entonces, “¿A qué se debe esta exigencia tan chocante de parte de Jesús?”, se preguntó el prelado y luego enumeró las razones que Jesús tuvo para actuar así: “Por amor, nos ha dado la vida junto a toda la creación”, “por amor, entregó su vida para rescatarnos de la muerte eterna”.

El Señor quiere ocupar el lugar central en nuestra vida, “pero no a la fuerza sino por el mismo amor que nos tiene”, aseguró el obispo auxiliar. Jesús quiere ocupar un lugar en nuestro corazón, pero para eso, “es necesario que se acomoden armoniosamente en torno a Él nuestras relaciones con nosotros mismos, con los demás y con toda la creación. Así lograríamos equilibrio, libertad y paz interior”.

Para esto, monseñor Han Lim Moon recomendó: “Priorizar a Jesús sobre todos los afectos humanos”; “aceptar el sufrimiento por Él”; “renunciar a ser dueños de nuestras posesiones para convertirnos en administradores del Señor”; y “resistir a la corriente fuerte de este mundo de tener, placer y poder”.

En este sentido, el Señor invitó a través de dos comparaciones, “la edificación de una torre” y “el rey que enfrenta a otro rey más potente”, a meditar seriamente antes de tomar la decisión de seguirlo, es decir, “de ser cristianos auténticos”.

Finalmente, el prelado animó a la comunidad a encontrarse personalmente con Él, quien “nos regala progresivamente la libertad, el equilibrio, la paz interior y, además, el fuego del Espíritu Santo para amarlo apasionadamente a Él y a todos”.+

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