Rueda de prensa del Papa en el vuelo de regreso del Japón y Tailandia

En el vuelo de regreso a Roma, luego de su viaje apostólico a Tailandia y Japón, el papa Francisco concedió una rueda de prensa en la que abordó la pena de muerte, el uso de las armas atómicas, así como el caso del Óbolo de San Pedro y las protestas en América Latina.

El pontífice comenzó explicando que fue “un viaje intenso” y con dos realidades distintas “porque una cosa era Tailandia y otra cosa fue el Japón y no se puede valorar las cosas con las mismas categorías, ya que las realidades se valoran según las categorías que vienen de las mismas realidades”, señaló.

(Padre Makoto Yamamoto, Catholic Shimbum) Usted visitó Nagasaki e Hiroshima, ¿cómo se ha sentido? ¿La sociedad y la Iglesia occidental tienen algo que aprender de la sociedad y de la Iglesia oriental?
“Empiezo por lo último. Y me ha iluminado mucho un dicho: lux ex Oriente, ex Occidente luxus. La luz viene del Oriente, el lujo, el consumismo viene del Occidente. Existe precisamente esta sabiduría oriental, que no es sólo sabiduría del conocimiento, sino de los tiempos, de la contemplación. A nuestra sociedad occidental – siempre con demasiada prisa – ayuda mucho aprender la contemplación, a detenerse y mirar incluso poéticamente las cosas. Esta es una opinión personal, pero creo que Occidente carece de un poco más de poesía. Hay algunas cosas poéticas hermosas, pero el Oriente va más allá. Oriente es capaz de mirar las cosas con ojos que van más allá, no me gustaría usar la palabra “trascendente” porque algunas religiones orientales no mencionan la trascendencia sino una visión más allá del límite de la inmanencia, pero sin decir trascendencia. Para ello utilizo expresiones como la poesía, la gratuidad, la búsqueda de la propia perfección en el ayuno, en la penitencia, en la lectura de la sabiduría de los sabios orientales. Creo que a nosotros occidentales nos hará bien detenernos un poco y dar tiempo a la sabiduría.

Nagasaki e Hiroshima ambas sufrieron las consecuencias de la bomba atómica, lo que hace que se parezcan entre sí. Pero hay una diferencia. Nagasaki no sólo ha tenido la bomba sino también a los cristianos. Nagasaki tiene raíces cristianas, el cristianismo es antiguo, la persecución de los cristianos estaba en todo Japón, pero en Nagasaki fue muy fuerte. El secretario de la nunciatura me regaló un facsímil de madera donde está escrito el “buscado” de aquella época: ¡se buscan cristianos! Si tú encuentras uno, denúncialo y tendrás mucho, si tú encuentras un sacerdote, denúncialo, y tendrás mucho. Esto golpea, han sido siglos de persecución, esto es un fenómeno cristiano que de alguna manera “relativiza”, en el buen sentido de la palabra, la bomba atómica. En cambio, ir a Hiroshima es sólo para (hacer memoria, ndr) de la bomba atómica, porque no es una ciudad cristiana como Nagasaki. Por eso he querido ir a las dos, en ambas ha habido el desastre atómico.

Hiroshima ha sido una verdadera catequesis humana sobre la crueldad, no he podido ver el museo de Hiroshima por razones de tiempo, porque era un mal día (por los ritmos muy apretados, ndr) pero dicen que es terrible: cartas de los Jefes de Estado, de los generales que explicaban cómo se podía hacer un desastre mayor. Para mí ha sido una experiencia mucho más conmovedora. Y allí reiteré que el uso de armas nucleares es inmoral, por eso debe ir en el Catecismo de la Iglesia Católica, y no sólo el uso, sino también la posesión, porque un accidente, o la locura de algún gobernante, la locura de uno puede destruir a la humanidad. Pensemos en aquel dicho de Einstein: “La Cuarta Guerra Mundial se librará con palos y piedras”.

(Shinichi Kawarada, The Asahi Shimbum) ¿Cómo puede Japón contribuir a la paz mundial? ¿Deberían apagarse las centrales nucleares?
“Vuelvo a la posesión de las industrias nucleares. Siempre puede ocurrir un accidente, el triple desastre (el terremoto, el tsunami y el desastre nuclear en la planta de Fukushima en 2011, ndr), ustedes lo experimentaron. El nuclear es el límite, las armas dejémoslas porque eso es destrucción. El uso de energía nuclear es muy limitado porque aún no hemos logrado la seguridad total. Podrías decirme que incluso con electricidad se puede hacer un desastre por una inseguridad, pero sería un pequeño desastre. El desastre de una central nuclear será un gran desastre. Y aún no se ha elaborado la seguridad. Es una opinión personal, yo no usaría la energía nuclear hasta que haya una seguridad total sobre su uso. Algunos dicen que es un riesgo para la custodia de la creación y que la energía nuclear debe detenerse. Yo me detengo sobre la seguridad. No hay una seguridad para garantizar que no ocurra ningún desastre. Sí, uno cada diez años en el mundo.

Luego está la creación, el desastre de la energía nuclear sobre la creación, sobre la persona. Ocurrió el desastre en Ucrania (en Chernóbil, en 1986, ndr). Tenemos que hacer una investigación sobre la seguridad ya sea para evitar desastres como para ver el impacto en el medio ambiente. En el medio ambiente creo que hemos ido más allá de los límites, en la agricultura con pesticidas, en la cría de pollos con médicos que les dicen a las madres que no den de comer a sus hijos esos de crianza porque están criados con hormonas y son malos para la salud. Tantas enfermedades raras que existen hoy por el mal uso del medio ambiente. Cuidar el medio ambiente es algo que sucede hoy o nunca. Pero volvamos a la energía nuclear: construcción, seguridad y custodia de la creación”.

(Elisabetta Zunica, Kyoto News) El tema de la pena de muerte es muy discutido en Japón. Justo antes de la reforma del Catecismo sobre este tema, se ejecutaron trece condenas de muerte. En sus discursos no hay referencia a esto.
“En ese caso de la pena de muerte, lo supe después, no sabía sobre esa persona. Con el Primer Ministro hablé de tantos problemas, de procesos, de condenas eternas que no terminan, ni con la muerte ni sin ella. Pero hablé sobre problemas generales, que también existen en otros países: prisiones superpobladas, personas que esperan con una detención preventiva sin la presunción de inocencia.

Hace quince días pronuncié un discurso en la conferencia de Derecho Penal Internacional y hablé seriamente sobre este tema. La pena de muerte no se puede hacer, no es moral. Esto va unido a una conciencia en desarrollo. Por ejemplo, algunos países no pueden abolirla debido a problemas políticos, pero hacen una suspensión que es una forma de dar cadena perpetua sin declararlo. Pero la condena debe ser siempre para la reintegración, una condena sin ventanas de horizonte no es humana. Incluso para la cadena perpetua debemos pensar cómo el condenado perpetuo se puede reinsertar, dentro o fuera.

Usted me dirá: pero hay condenados por un problema de locura, enfermedad, incorregibilidad genética. Entonces se necesita buscar el modo de que hagan actividades que los hagan sentir como personas. En muchas partes del mundo, las cárceles están superpobladas, son depósitos de carne humana, que en lugar de crecer con salud muchas veces se corrompen.

Debemos luchar contra la pena de muerte lentamente. Hay casos que me dan alegría porque hay países que dicen: nos detenemos. Un gobernador de un estado el año pasado, antes de dejar el cargo, hizo esa suspensión casi final: son pasos de una conciencia humana. Pero algunos países todavía no han logrado incorporarse a esta línea de humanidad”.

(Jean-Marie Guénois, Le Figaro) Usted ha dicho que la verdadera paz sólo puede ser desarmada, pero ¿qué ocurre con la legítima defensa, cuando un país es atacado por otro? ¿Todavía existe la posibilidad de una guerra justa? ¿Está aún en proyecto una encíclica sobre la no violencia?
“Un proyecto, lo hará el próximo Papa. Hay proyectos que están en el cajón. Uno sobre la paz está ahí, está madurando. Siento que cuando llegue el momento lo haré. Por ejemplo, el problema del acoso es un problema de violencia. Hablé de ello con los jóvenes japoneses. Es un problema que estamos tratando de resolver con muchos programas educativos. Es un problema de violencia. Una encíclica sobre la no-violencia aún no está madura para mí, tengo que rezar mucho y tengo que buscar el camino.

Hay un dicho romano que dice: Si vis pacem para bellum. Allí no hemos sido maduros, las organizaciones internacionales no logran hacerlo, las Naciones Unidas no lo logran, hacen tantas mediaciones meritorias, países como Noruega siempre dispuestos a mediar, a mí me gusta, pero es poco, es necesario hacer aún más.

Usted piense en el Consejo de Seguridad de la ONU: si hay un problema con las armas y todos están de acuerdo en resolverlo para evitar una incidencia bélica, todos votan a favor, uno con derecho de veto vota en contra y todo se detiene. No sé juzgar si es bueno o no, es una opinión que he escuchado, pero quizás las Naciones Unidas deberían dar un paso adelante renunciando al derecho de veto de algunas naciones en el Consejo de Seguridad. He sentido ésta como una posibilidad.

Hay temas en el equilibrio mundial que no soy capaz de juzgar en este momento. Pero todo lo que se puede hacer para detener la producción de armas, para detener las guerras, para facilitar las negociaciones, con la ayuda de los facilitadores, siempre se debe hacer y da resultados. Por ejemplo, en el caso de Ucrania-Rusia, no se habla de armas, las negociaciones para el intercambio de prisioneros han sido positivas. En Donbass se piensa en una planificación de un régimen gobernativo diferente, lo están discutiendo. Éste es un paso positivo.

Una cosa mala es la hipocresía de los ‘armamentista’. Países cristianos, países europeos que hablan de paz y viven de las armas, esto es hipocresía, una palabra evangélica, Jesús la decía en el capítulo 23 de Mateo: debemos terminar con esta hipocresía. Hay que tener el valor de decir: ‘No puedo hablar de paz, porque mi economía gana mucho con las armas’. Son todas cosas que sin insultar y sin ensuciar a aquel país, pero hablar como hermanos, por la hermandad humana: detengámonos porque la cosa es mala. A un puerto legó una nave que debía pasar armas a otra nave para ir a Yemen, y los trabajadores del puerto dijeron ‘no’. Fueron muy buenos y la nave regresó a su casa. Es un caso, pero nos enseña que se debe ir en esta dirección.

La paz hoy es muy débil, pero no hay que desanimarse. La hipótesis de la legítima defensa permanece siempre, incluso en la teología moral debe ser contemplada, pero como último recurso. Último recurso con las armas. La legítima defensa debe hacerse con la diplomacia, con las mediaciones. Último recurso: legítima defensa con las armas. Pero sobrayo: ¡último recurso! Estamos avanzando en un progreso ético que a mí me gusta, cuestionando todas estas cosas. Esto es bello porque dice que la humanidad también sigue adelante con el bien, no sólo con el mal’.

[c](Cristiana Caricato, TV 2000) La gente está un poco desconcertada por el uso de las finanzas del Vaticano, particularmente cuando el Óbolo de San Pedro también está involucrado. ¿Conocía usted estas operaciones financieras y en su opinión, es correcto el uso que se hace desde el Óbolo? [/c]
“Gracias. En primer lugar, la buena administración normal: te llega la suma del Óbolo de San Pedro, y ¿qué hago?, ¿lo pongo en el cajón? No, eso es mala administración. Trato de hacer una inversión y cuando necesito dar, cuando hay necesidades, en un año, se toma el dinero y ese capital no se devalúa, se mantiene o crece un poco. Esta es una buena administración. La administración del cajón es mala.

Pero hay que buscar una buena administración, una buena inversión: ¿claro esto? Incluso una inversión como se dice, "de viudas", como hacen las viudas: dos huevos aquí, tres aquí, cinco allá. Si se cae un huevo, hay otro más que no se arruina. Y siempre hacer esto en el lado seguro y siempre en el lado moral.

Si usted hace una inversión y durante años, no toca el capital, no va. El Óbolo de San Pedro debe ser gastado en un año, un año y medio, hasta que llegue la otra colecta que se hace en todo el mundo. Y esta es una buena administración: al seguro... incluso, sí, se puede comprar una propiedad, alquilarla y luego venderla, pero en el lado seguro, con todas las garantías para el bien de la gente del Óbolo.

Luego sucedió lo que pasó, un escándalo: hicieron cosas que no parecían limpias. Pero la denuncia no vino de fuera. Esa reforma de la metodología económica que ya había iniciado Benedicto XVI siguió adelante y fue el Auditor Interno quien dijo: aquí hay algo malo, aquí hay algo que no funciona. Vino a verme y le dije: ¿estás seguro? Sí, me contestó, me lo mostró y me preguntó: ¿qué debo hacer? Y yo: está la justicia vaticana, vaya y haga la denuncia al Promotor de Justicia. Y en esto me alegré porque se ve que la administración vaticana ahora tiene los recursos para aclarar las cosas malas que pasan dentro, como este caso, que no es el caso de la propiedad en Londres -porque eso todavía no está claro- pero hubo casos de corrupción.

El Promotor de Justicia estudió el asunto, realizó las consultas y vio que había un desequilibrio en el presupuesto. Luego me pidió permiso para hacer los registros: hay una presunción de corrupción y me dijo que tenía que hacerlos en esta, esta otra y esta otra oficina. Firmé la autorización. El registro se llevó a cabo en cinco oficinas y hoy -aunque existe la presunción de inocencia- hay capitales que no están bien administrados, también con corrupción. Creo que en menos de un mes comenzarán los interrogatorios de las cinco personas que fueron bloqueadas porque había indicios de corrupción. Usted puede preguntarme si estos cinco son corruptos. No, la presunción de inocencia es una garantía, un derecho humano. Pero hay corrupción. Con los registros se verá si son culpables o no. Es algo malo, no está bien que esto ocurra en el Vaticano. Pero fue aclarado por los mecanismos internos que están empezando a funcionar y que el Papa Benedicto había comenzado a hacer. Por esto doy gracias a Dios. No le doy gracias a Dios porque hay corrupción, sino porque el sistema de control del Vaticano funciona bien”.

(Philip Pullella, Reuters) Hay preocupación en las últimas semanas por lo que está sucediendo en las finanzas del Vaticano y, según algunos, hay una guerra interna sobre quién debe controlar el dinero.¿Qué puede usted hacer o decir sobre esto?
“El Vaticano avanzó en su administración: por ejemplo, el IOR es ahora aceptado por todos los bancos y puede actuar como los bancos italianos, algo que hace un año todavía no estaba, ha habido avances. Luego, sobre el grupo Egmont: es una cosa internacional no oficial, es un grupo de miembros del AIF, y el control internacional no depende del grupo Egmont, que es un grupo privado, aunque tenga su peso.

Monyeval hará la inspección prevista para los primeros meses del próximo año, la hará. El director de la AIF (Autoridad de Información Financiera) está suspendido porque se sospechaba de una mala administración. El presidente de la AIF se ha unido con el grupo Egmont para recuperar la documentación (incautada) y esto la justicia no puede hacerlo.

Ante esto hice una consulta con un magistrado italiano, de nivel: ¿qué debo hacer? La justicia frente a una acusación de corrupción es soberana en un país, nadie puede inmiscuirse en ella, nadie puede dar los documentos al grupo Egmont, hay que estudiar los documentos que sacan a relucir lo que parece ser mala administración en el sentido de un mal control: ha sido la AIF la que no controló -al parecer- los delitos de los demás.

Su deber era controlar. Espero que se demuestre que no es así, ahora existe la presunción de inocencia. Pero por el momento el magistrado es soberano y debe estudiar cómo fueron las cosas, porque de lo contrario un país tendría una administración superior que dañaría su soberanía. El presidente de la AIF terminaba el 19 (noviembre, ed), lo llamé unos días antes y no se dio cuenta, me lo dijo después.

Y yo anuncié que se iba el 19. Ya he encontrado al sucesor, un magistrado del más alto nivel jurídico y económico a nivel nacional e internacional, y a mi regreso él asumirá la presidencia de la AIF. Habría sido una contradicción que la autoridad supervisora tuviera soberanía sobre el Estado. Esto no es algo fácil de entender.

Lo que molestó un poco es el grupo Egmont, que es un grupo privado: ayuda mucho pero no es la autoridad de control de Moneyval. Moneyval estudiará los números, estudiará los procedimientos, estudiará cómo actuó el Promotor de Justicia y cómo el juez y los jueces determinaron el asunto. Sé que en estos días comenzará el interrogatorio de algunos de los cinco que han sido suspendidos. No es fácil, pero no debemos ser ingenuos, no debemos ser esclavos. Alguno me ha dicho, pero yo no creo: con este hecho de que hemos tocado al grupo Egmont, la gente está asustada y está haciendo un poco de terrorismo (psicológico, ed.). Dejemos eso a un lado.

Seguimos adelante con la ley, con Moneyval, con el nuevo presidente de la AIF. Y el director está suspendido: quizás fuera inocente, me gustaría porque es bueno que una persona sea inocente y no culpable, lo espero. Pero se ha hecho un poco de ruido con este grupo que no quería tocar los documentos que pertenecían al grupo.

Esta es la primera vez en el Vaticano que la olla ha sido destapada desde dentro, no desde fuera. Desde el exterior ha sido destapada muchas veces. Nos lo han dicho muchas veces y estamos muy avergonzados. Pero el papa Benedicto fue sabio, comenzó un proceso que ha madurado, madurado y ahora hay instituciones. Que el Auditor haya tenido el valor de denunciar por escrito a cinco personas está funcionando... De verdad no quiero ofender al grupo Egmont porque hace mucho bien, ayuda, pero en este caso la soberanía del Estado es la justicia, que es más soberana que el poder ejecutivo. No es fácil de entender, pero les pido que lo entiendan.

(Roland Juchem, CIC) Santo Padre, en el vuelo de Bangkok a Tokio, envió un telegrama a Carrie Lam de Hong Kong. ¿Qué piensa de la situación allí, de las manifestaciones y de las elecciones municipales? ¿Y cuándo podremos acompañarlo a Pekín?
“Los telegramas se envían a todos los Jefes de Estado, es un saludo automático y también es una forma cortés de pedir permiso para sobrevolar su territorio. Esto no significa condena o apoyo. Es algo mecánico que todos los aviones hacen cuando técnicamente entran, avisan que están entrando, y lo hacemos con cortesía. Esto no tiene ningún valor en el sentido de su pregunta, sólo tiene un valor de cortesía. Sobre la otra cosa que usted me dice: si pensamos, pues, no se trata sólo de Hong Kong. Piense en Chile, piense en Francia, la democrática Francia: un año de chalecos amarillos. Piense en Nicaragua, piense en otros países latinoamericanos que tienen problemas de ese tipo y también en algunos países europeos. Es algo general.

¿Qué hace la Santa Sede con esto? Llama al diálogo, a la paz, pero no es sólo Hong Kong, hay varias situaciones con problemas que no puedo evaluar en este momento. Yo respeto la paz y pido la paz para todos estos países que tienen problemas, también España. Conviene relativizar las cosas y llamar al diálogo, a la paz, para que los problemas se resuelvan. Y por último: me gustaría ir a Pekín, yo amo China”.

(Valentina Alazraki, Televisa) Papa Francisco, América Latina está en llamas. ¿Cuál es su análisis de lo que está sucediendo en estos países? ¿La Iglesia y usted personalmente están haciendo algo?
“Alguien me dijo esto: se debe hacer un análisis. La situación actual en América Latina se parece a la del 1974-1980, en Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay con Strössner, y creo también Bolivia. Tenían la Operación Cóndor en aquel momento. Una situación en llamas, pero no sé si es un problema que se le parece o es otro, realmente no puedo hacer el análisis de eso en este momento. Es cierto que no hay declaraciones precisamente de paz. Lo que está sucediendo en Chile me asusta, porque Chile está saliendo de un problema de abusos que causó tanto sufrimiento y ahora un problema de este tipo que no entendemos bien. Pero está en llamas, como usted dice, y debemos buscar el diálogo y también el análisis. Todavía no he encontrado un análisis bien realizado de la situación en América Latina y también hay gobiernos débiles, muy débiles, que no han logrado poner orden y paz, y por eso llegamos a esta situación”.

(Valentina Alazraki, Televisa) Evo Morales ha pedido su mediación, por ejemplo. Cosas concretas...
“Sí, cosas concretas. Venezuela ha pedido la mediación y la Santa Sede siempre ha estado dispuesta. Hay una buena relación, realmente una buena relación, estamos ahí presentes para ayudar cuando es necesario. Bolivia ha hecho algo así, ha realizado una petición a las Naciones Unidas que ha enviado delegados, y también a alguien de alguna nación europea. No sé si Chile ha hecho alguna petición de mediación internacional, Brasil ciertamente no, pero también allí hay problemas. Es una cosa un poco extraña, pero no quisiera decir una palabra de más porque soy incompetente y no he estudiado bien y sinceramente no entiendo bien.

Aprovecho su pregunta para añadir que han hablado poco de Tailandia, que es algo diferente de Japón, una cultura de la trascendencia, una cultura también de la belleza diferente de la belleza de Japón: una cultura, tanta pobreza y tanta riqueza espiritual. Pero también hay un problema que hiere el corazón que nos hace pensar en “Grecia y las otras”, usted es una maestra en este problema de la explotación, lo ha estudiado bien, y su libro ha hecho mucho bien. Y Tailandia, algunos lugares de Tailandia son difíciles por esto. Pero está también el sur de Tailandia, y también está la bella Tailandia del norte, donde no he podido ir, que es tribal y tiene una cultura totalmente diferente. Recibí a una veintena de personas de esa zona, primeros cristianos, primeros bautizados, que vinieron a Roma, con otra cultura diferente, esas culturas tribales.

Y Bangkok, hemos visto, es una ciudad fuerte, muy moderna, pero tiene problemas diferentes a los de Japón y riquezas diferentes a las de Japón. Sobre el problema de la explotación, he querido subrayarlo para agradecerle su libro, así como también quisiera agradecer el libro “verde” de Franca Giansoldati: dos mujeres que vienen en el avión y que han hecho un libro, cada uno de las cuales aborda problemas de hoy, el problema ecológico y el problema de la destrucción de la madre tierra, del medio ambiente, y el problema de la explotación humana que usted ha abordado. Se ve que las mujeres trabajan más que los hombres y son capaces. Gracias por hacer preguntas directas, esto hace bien. Recen por mí”, concluyó Francisco. +

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