Mons. Martínez llamó a hacer examen de conciencia en Cuaresma
“El fundamento último del amor humano está dado en el mismo amor trinitario”, comenzó diciendo el obispo y afirmó, basándose en la Carta a los Hebreos, que “Cristo ha venido a ser semejante en todo a nosotros para que nosotros seamos hijos en Él, para que seamos hijos de Dios en sentido pleno, capaces de decirle ‘Abba’, es decir, Padre”.
Seguidamente, se refirió al contexto social actual en el que “muchas veces parece diluirse el mandato de amar a nuestro prójimo”, incluso en la Iglesia. “Nuestro tiempo está fuertemente ensombrecido por el secularismo y el materialismo que con frecuencia nos llevan al odio, a la violencia, a dañarnos los unos a los otros, o, nos impulsa a uno de los peores flagelos actuales: la indiferencia”.
Monseñor Martínez animó a que el tiempo de Cuaresma contribuya a que “hagamos un buen examen de conciencia y a que nos planteemos seriamente si el Evangelio y su propuesta impregnan nuestra vida, nuestros criterios, nuestra manera de obrar, nuestras opciones, es decir, si impregnan nuestro estilo de vida”.
A pesar de que al mirar el mundo lo veamos “cargado de sombras de odio y de violencia, expresadas en guerras, terrorismo, racismo, discriminación y suicidio”, el prelado misionero invitó a “convertirnos y revisar aquello que cada uno puede hacer para no aumentar el daño ecológico al planeta y el daño ecológico humano desde nuestro estilo de vida”.
Al concluir dijo: “Quisiera que todos, pero especialmente los cristianos hagamos un examen de conciencia concreto sobre si reconocemos a los otros como nuestros hermanos”.+
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