En relación con la comunión en la mano, el prelado recordó que “no es una herejía y está previsto en las normativas de la Iglesia” y enfatizó: “Si vamos al caso, es tan indigna la boca como la mano”.
“Es verdad que la comunión en la boca puede significar mejor nuestra receptividad ante la gracia, que acogemos de manera humilde como un puro don”, agregó.
“Pero eso mismo se puede expresar con la comunión en la mano si uno lo entiende como la siguiente oración: ‘Señor, aquí están mis manos ante ti como una pobre vasija de barro. Lléname de ti, derrámate en mí por pura gracia. No soy nada, pero me presento ante ti con las manos vacías, para que las llenes con tu misericordia’”, propuso.
Monseñor Fernández puntualizó que las personas que, por una dificultad física, no puedan recibir la comunión en la mano, podrán recibirla en la boca al final de la misa, “de manera que el sacerdote se la dé con la máxima precaución, lavándose cuidadosamente las manos con jabón antes y después”, pero rogó que se trate “sólo de situaciones muy excepcionales”.
Asimismo, pidió a las personas que tengan algunos de los síntomas de esta enfermedad (dolor de garganta, tos seca, fiebre, etc.) o hayan estado en contacto con personas infectadas, que “eviten por un tiempo prudencial asistir a actos litúrgicos, incluso a la misa dominical”.
“Esto hasta que puedan confirmar que no han contraído la enfermedad o que esta ha sido completamente curada. Será un acto de prudencia y caridad y no una falta. Esto no implica descuidar el deber de santificar las fiestas dedicando un tiempo especial a la oración el día domingo”, aseguró.
Las indicaciones completas del prelado platense en http://www.arzolap.org.ar/indicaciones-del-arzobispo-de-la-plata-ante-el-coronavirus/.+
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