En la catequesis, Mons. Frassia pidió cultivar el “lenguaje del amor”
Gerli (Buenos Aires) (AICA): El obispo de Avellaneda, monseñor Rubén Oscar Frassia, habló a los niños de catequesis y de capacidades diferentes sobre la necesidad de ver a Jesús como un “gran amigo” al que hay que estar dispuestos a seguir formándose en lo que tiene para decir. A los catequistas, les pidió enseñar a los niños a comprender el “lenguaje del amor” de Jesús, para que puedan vivir en su corazón y en su vida la fe, la Eucaristía y los sacramentos.
“Tenemos que conocer cada vez más a Jesús –dijo-. No sólo saber que es Hijo de Dios e Hijo de la Virgen; no sólo saber que Él vino a dar la vida por nosotros, que murió por nosotros, que está vivo y que ha resucitado para nosotros. ¡Qué cosa hermosa! El Señor nos acompaña siempre y está siempre a nuestro lado, pero tenemos que darnos cuenta de que hay que serle fiel a Jesús”.
“¿Saben cuándo le somos fiel? –preguntó-. Cuando escuchamos bien su Palabra. Cuando Él nos habla desde el Evangelio, esa Palabra tiene que entrar en nuestro corazón. Y cuando escuchamos con atención la Palabra de Dios, lo primero que hace es darnos calor. ¿Y cuál es el calor que nos da? ¡Es el calor de su amor!”.
Monseñor Frassia se refirió a Jesús como un “gran amigo” al que hay que estar dispuestos a seguir, y para ello, se hace necesario reconocerlo y ver “qué nos está diciendo” en el Evangelio.
También insistió en descubrirlo en la sagrada Eucaristía, cuando Jesús “viene al altar”. El obispo señaló: “La Eucaristía, el Pan Vivo y la Sangre Divina de Jesús, vienen a darnos su amor y a comprometernos a algo muy importante: si Él nos amó y nos perdonó ¿quiénes somos nosotros para no amar o no perdonar? ¿Tengo que perdonar siete veces al que me ofendió? ¡No siete veces!, ¡setenta veces siete!, ¡es decir siempre!”.
El prelado dejó un mensaje durante su homilía para los catequistas: les habló de enseñar a los niños a comprender el “lenguaje del amor” de Jesús, para que puedan vivir en su corazón y en su vida la fe, la Eucaristía y los sacramentos.
Al concluir su prédica, Frassia se volvió hacia los niños: “Hoy como obispo los invito a seguir conociendo a Jesús, que lo sigan amando, porque ahí van a encontrar mucha fuerza para vivir, para ser hermano con los demás y para dar testimonio también”.+
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