Mons. Mollaghan a los seminaristas: Prepárense con la oración, el amor y la devoción a la Eucaristía
Buenos Aires (AICA): El arzobispo de Rosario, monseñor José Luis Mollaghan, presidió en la catedral local la celebración eucarística de admisión de los candidatos a las Órdenes Sagradas. Se trata de cinco jóvenes seminaristas del Seminario arquidiocesano San Carlos Borromeo, procedentes de diversos pueblos y ciudades del territorio arquidiocesano: Aníbal Augusto Atorresi, de Oliveros; Guillermo Germán De Rico, de la ciudad de Rosario; Jorge Luis Lombardi, de Casilda; Alejandro Gabriel Martínez, de Armstrong y Pablo Eloy Valdez, de Casilda. En la homilía, monseñor Mollaghan exhortó a seminaristas a que “no se dejen tentar nunca por el mal ejemplo del rico epulón, que solo quiere acumular dinero, asegurarse y ser feliz; prepárense en cambio con la oración, el amor y la devoción a la eucaristía, para hacer crecer los talentos que Dios les dio y hacer el bien, llevar a Dios y amar a los necesitados, estar cerca del enfermo y del que sufre, en el fondo tener los mismos sentimientos de Cristo”.
Se trata de cinco jóvenes seminaristas del Seminario arquidiocesano San Carlos Borromeo, procedentes de diversos pueblos y ciudades del territorio arquidiocesano: Aníbal Augusto Atorresi, de Oliveros; Guillermo Germán De Rico, de la ciudad de Rosario; Jorge Luis Lombardi, de Casilda; Alejandro Gabriel Martínez, de Armstrong, y Pablo Eloy Valdez, de Casilda.
La misa fue concelebrada por el rector y los formadores de esa casa de formación sacerdotal, y por los párrocos de origen y de apostolado de los candidatos a las Órdenes, y participaron, además del Seminario mayor y menor arquidiocesano, los padres, familiares y amigos de los seminaristas y un gran número de fieles.
En la procesión del ofertorio, los integrantes de la Obra arquidiocesna de las Vocaciones sacerdotales que participaron en la misa, acercaron una ofrenda para las obras de dicho Seminario, que pusieron en manos del rector, presbítero Gustavo Rodríguez.
Al concluir la celebración, los seminaristas y formadores hicieron una consagración a la Virgen ante la venerada imagen de Nuestra Señora del Rosario, que durante los días de la preparación a su fiesta, está colocada para la devoción de los fieles en el presbiterio de la catedral, y el arzobispo pidió especialmente a la Madre de Dios por las vocaciones sacerdotales y religiosas.
En el mismo templo mariano, serán ordenados el próximo 2 de octubre, fiesta de los Ángeles Custodios, tres diáconos para la arquidiócesis de Rosario: Martín Horacio Bello, Gonzalo Carbone y Pablo Gabriel Birro.
En la homilía, monseñor Mollaghan exhortó a los candidatos a las Órdenes sagradas que “no se dejen tentar nunca por el mal ejemplo del rico epulón, que solo quiere acumular dinero, asegurarse y ser feliz; prepárense en cambio con la oración, el amor y la devoción a la eucaristía, para hacer crecer los talentos que Dios les dio y hacer el bien, llevar a Dios y amar a los necesitados, estar cerca del enfermo y del que sufre, en el fondo tener los mismos sentimientos de Cristo”.
El prelado recordó que por eso el papa Francisco les dijo a los jóvenes argentinos en la Jornada Mundial de la Juventud, que “esta civilización mundial se pasó de rosca, porque es tal el culto que ha hecho al dios dinero, que estamos presenciando una filosofía y una praxis de exclusión de los dos polos de la vida que son las promesas de los pueblos… Exclusión de los ancianos; pero también exclusión de los jóvenes…”.
“La verdadera alegría no viene del tener, sino del encuentro de las relaciones con los otros, del sentirse amados y comprendidos. Porque la alegría nace de la gratuidad de un encuentro. La alegría “del encuentro con Jesús” y de “sentirse amados por Dios”, agregó.
Monseñor Mollaghan también les pidió que “imiten a la Virgen María, a quien veneramos en esta preparación a sus fiestas patronales para ser discípulos, y verdaderos servidores de Jesucristo; y que ella nos conceda a todos su protección y ternura".+
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