Misa de desagravio: Mons. Poli lamentó el “particular ensañamiento” con el altar
Buenos Aires (AICA): El arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, monseñor Mario Poli, lamentó hoy el ¨particular ensañamiento con el altar¨ que tuvieron los alumnos del Colegio Nacional Buenos Aires que profanaron la iglesia de San Ignacio de Loyola, al presidir la misa de desagravio en el templo más antiguo de la Ciudad, colmado de fieles. El prelado porteño expresó su disposición a dialogar con ellos, aunque sostuvo que hubo ¨una grave ofensa a Dios e hirieron a la comunidad¨ al violentar un edificio sagrado. ¨Me encantaría encontrarme amicalmente con ellos, mirarlos a la cara, dialogar y hasta tomar un maté si da, para invitarlos a apostar por la cultura del encuentro como nos pide el papa Francisco¨, subrayó. Antes de iniciar la misa, monseñor Poli realizó el ritual de aspersión del agua bendita en los lugares que habían sido profanados, guiado por el párroco, presbítero Francisco Baigorria.
El prelado porteño expresó su disposición a dialogar con ellos, aunque sostuvo que hubo "una grave ofensa a Dios e hirieron a la comunidad" al violentar un edificio sagrado.
"Me encantaría encontrarme amicalmente con ellos, mirarlos a la cara, dialogar y hasta tomar un maté si da, para invitarlos a apostar por la cultura del encuentro como nos pide el papa Francisco", subrayó.
El arzobispo precisó que "dejaría el báculo de lado" para que “no crean que vamos con palos" y los invitaría a "dejar el túnel de las ideologías" y bajar "un puente que nos una".
Monseñor Poli dijo que "estamos aquí para desagraviar este triste y deshonroso hecho de la profanación, producto de una vieja gramática de la intolerancia".
El primado argentino insistió en lamentar el "particular ensañamiento" que los autores tuvieron con el altar, donde los alumnos orinaron y pintaron leyendas ofensivas a la Iglesia.
Sin embargo, prefirió hablar de un hecho motivado por el "desconocimiento" de la importancia cultural y religiosa del templo, para no atribuirles "mayores responsabilidades" a los atacantes.
Antes de iniciar la misa, monseñor Poli realizó el ritual de aspersión del agua bendita en los lugares que habían sido profanados, guiado por el párroco, presbítero Francisco Baigorria.
Estuvo el rector del Colegio, Gustavo Zorzoli, pero no asistieron alumnos. También participaron el vicerrector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Alberto Barbieri, y el secretario de Culto, Guillermo Oliveri, en representación del gobierno nacional.
En las primeras filas del templo también pudo verse al ministro de Educación de la Ciudad, Esteban Bullrich; al jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y al director de Cultos porteño, Alfredo Abriani, además de otras autoridades y representantes de diversos credos.+
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