Lourdes (Francia) (AICA): Una comisión del obispado castrense de la Argentina, encabezada por su administrador diocesano, monseñor Pedro Candia, participó de la 56ª peregrinación militar internacional al santuario de Nuestra Señora de Lourdes, en Francia, en la que participaron delegaciones de numerosos países, incluidos los guardias suizos del Vaticano.
Monseñor Candia estuvo acompañado por el capellán mayor del Ejército, presbítero Oscar Ángel Naef; el capellán de la Escuela de Aviación Militar (Fuerza Aérea, Córdoba), presbítero Sergio Omar Fochesato; el general de brigada (Ejército) Juan Adrián Campitelli, subjefe de Planeamiento Estratégico y Políticas del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas. En Francia se sumó el capitán de navío (Armada) Félix Eugenio Plaza, Agregado de Defensa, Militar, Naval y Aeronáutico de la Embajada Argentina en aquel país.
Fueron también tres cadetes, uno de cada una de las tres fuerzas armadas. Como abanderado, un cadete del Colegio Militar de la Nación (Ejército), y como escoltas un cadete de la Escuela Naval Militar (Armada) y otro de la Escuela de Aviación Militar (Fuerza Aérea).
Las jornadas contaron con actividades en conjunto y específicas para cada delegación. Los participantes argentinos compartieron la mayor parte de las actividades particulares con la delegación de España.
Durante los días 16 al 18 de mayo los uniformes militares de unos 40 países inundaron el lugar donde se alza el santuario de Nuestra Señora de Lourdes, en Francia, y dieron un carácter especial a las procesiones y demás actos de devoción. En total, más de 12 mil miembros de las distintas Fuerzas Armadas participaron en la 56ª Peregrinación Internacional a Lourdes.
Los participantes asistieron a la celebración de apertura en la basílica subterránea San Pío X, en el que se encendió un gran cirio simbólico de la peregrinación ante el cual desfilaron las diferentes delegaciones; rezaron el rosario frente a la gruta en horas de la noche; celebraron la misa en el altar de la gruta; homenajearon a los soldados caídos en las guerras mundiales; participaron de una conferencia sobre los desafíos para el mantenimiento de la paz en el mundo de hoy y estuvieron en una procesión nocturna con antorchas frente al santuario, entre otras actividades.
A ello se sumaron los momentos de camaradería compartidos entre los hombres y mujeres participantes y gestos de caridad hacia los más necesitados.
"La paz es preciosa, pero frágil", expresó el Santo Padre Francisco en un mensaje dirigido especialmente a esta peregrinación a través del Secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin. "Los soldados tienen un irreemplazable papel en la construcción de la paz cuando se ponen al servicio de la gente al garantizar el orden y restaurar la seguridad".
El lema de la Peregrinación fue "Servidor de Cristo. Servidor de la Paz", y el Papa lo explicó agradeciendo la entrega de los militares a esta misión: "Servir a Cristo inevitablemente nos lleva a servir a la paz, porque es en Él en quien nos hacemos hermanos y hermanas, capaces de diálogo y paz".
La Peregrinación Militar Internacional a Lourdes fue instituida en 1946 para promover la paz, la reconciliación y la sanación después de la Segunda Guerra Mundial.+
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