Buenos Aires (AICA): La Asignación Universal por Hijo (AUH), considerado el programa social más exitoso del gobierno kirchnerista, se convirtió en clave para el presentismo escolar de niños y adolescentes e impactó en materia de bienestar económico en los hogares, aunque no sacó a los menores de edad de vivir con situación “inseguridad alimentaria”, es decir padecer hambre, ni redujo los índices del mal llamado “trabajo infantil”. Así lo revela una “Evaluación del impacto de la Asignación Universal por Hijo en los ingresos familiares e indicadores de desarrollo humano”, elaborada por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA).
Así lo revela una “Evaluación del impacto de la Asignación Universal por Hijo en los ingresos familiares e indicadores de desarrollo humano”, elaborada por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA).
Principales conclusiones
El estudio de la UCA confirma de manera robusta el impacto positivo y progresivo (a mayor pobreza, mayor impacto) que tuvo el programa AUH durante el período 2010-2012 sobre los ingresos per cápita y la pobreza extrema de los niños/as y adolescentes participantes del mismo.
También destaca el resultado igualmente positivo y significativo -aunque menos progresivo- que tuvo el programa AUH en materia de reducir el riesgo de inseguridad alimentaria y exclusión escolar en la población con participación en el programa.
Por último, aunque sin dejar de tener efecto positivo, su impacto fue mucho menor y poco progresivo a la hora de garantizar seguridad económica (pobreza ampliada) y reducir el trabajo infantil. Esto muy probablemente debido a que los montos transferidos no son suficientes para superar de manera acabada las demandas de inclusión económica.
Sin lugar a dudas las transferencias por AUH constituyen una herramienta clave para dar asistencia, protección y/o garantizar un piso mínimo de inclusión social a casi un tercio de la población infantil de nuestro país. En su mayoría, miembros de familias de alta vulnerabilidad socio-económica. Sin embargo, estos resultados son insuficientes para brindar sustentabilidad a este proceso.
En este marco, cabe preguntarse sobre los límites estructurales que presenta no ya el programa sino la estructura productiva y el mercado de trabajo, así como los servicios público-privados de educación, salud, cuidado y protección, para garantizar no sólo igualdad de oportunidades sino de resultados en materia de desarrollo humano e integración plena de la infancia en situación de riesgo socio-económico.
El informe completo puede descargarse http://ift.tt/1lgoLPu .
Informes: www.uca.edu.ar .+
Publicar un comentario