Córdoba (AICA): Los participantes del Congreso Internacional “La libertad religiosa en el siglo XXI. Religión, Estado y Sociedad”, que organizó del 3 al 5 de septiembre en Córdoba el Consejo Argentino para la Libertad Religiosa (Calir), dieron a conocer una declaración final en la que se deploró todo tipo de persecución que “genere la violación de los derechos humanos fundamentales” y se condenó, en especial, “la persecución y masacre contra seres humanos que se perpetran invocando una fe religiosa, pretexto inadmisible y carente de todo sostén”. “La fe religiosa nunca puede justificar la violación de los derechos fundamentales de las personas”, se subrayó-
Asistieron 130 personas provenientes de 18 países y contó con la participación de expertos nacionales como los ex secretarios de culto Juan Carlos Palmero y Norberto Padilla y el académico Jorge Vanossi, de la Universidad de Buenos Aires, pero también de otras personalidades provenientes de numerosos países como la costarricense Elisabeth Odio Benito, ex relatora de las Naciones Unidas, el español Javier Martínez Torrón, de la Universidad Complutense de Madrid, y el norteamericano Cole Durham, presidente del International Consortium for Law and Religion Studies.
La clausura, en el Teatro Real, estuvo a cargo del cardenal Peter Turkson, presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, de la Santa Sede, Juan Navarro Floria, Cole Durham y Jorge Gentile.
En ese marco, dieron a conocer una declaración final en la que se deploró todo tipo de persecución que “genere la violación de los derechos humanos fundamentales” y se condenó, en especial, “la persecución y masacre contra seres humanos que se perpetran invocando una fe religiosa, pretexto inadmisible y carente de todo sostén. La fe religiosa nunca puede justificar la violación de los derechos fundamentales de las personas”.
Texto de la declaración
Confirmamos que la libertad de pensamiento, de conciencia, de religión o las convicciones, constituye un derecho fundamental del ser humano que debe ser respetado y garantizado.
Consideramos que la libertad religiosa o de convicciones está íntimamente ligada a los principios de no-discriminación e igualdad ante la ley, materia que los Estados deben proteger y en la que las confesiones religiosas tienen la responsabilidad de cooperar activamente.
Señalamos que la libertad religiosa supone la libertad de tener una religión o convicciones, e incluye el derecho de todo individuo a ejercer su culto privada o públicamente, en forma individual o colectiva, como también a que se respete la observancia, la práctica y la enseñanza. Esta libertad comprende el derecho a cambiar de religión o convicciones.
Deploramos todo tipo de persecución que genere la violación de los derechos humanos fundamentales. Particularmente, repudiamos aquellas persecuciones que han sufrido y sufren personas o comunidades en diversas partes del mundo y que –en algunos casos– provocaron crímenes atroces que exceden los dictados de la fe y la racionalidad humana.
Condenamos, en especial, la persecución y masacre contra seres humanos que se perpetran invocando una fe religiosa, pretexto inadmisible y carente de todo sostén. La fe religiosa nunca puede justificar la violación de los derechos fundamentales de las personas.
Invitamos, en consecuencia, a todas las instituciones y confesiones religiosas a expresar su condena contra estos hechos de un modo público e inequívoco.
Alentamos los esfuerzos creativos y puntuales que se realizan en ámbitos locales, en un contexto interreligioso a fin de promover el diálogo para la paz mediante el servicio a la comunidad.
Apoyamos las iniciativas y proyectos que la Comunidad Internacional continúa haciendo para consolidar los principios de la libertad religiosa. De igual modo, sostenemos la gestión de los tribunales internacionales que previenen, investigan y eventualmente condenan a los responsables de los crímenes contra la humanidad cometidos por razones religiosas u otras creencias.
Proponemos a los gobiernos y a los organismos internacionales competentes avanzar en la aprobación de una convención internacional en el ámbito mundial o en áreas regionales, que proteja de modo eficiente la libertad religiosa y de conciencia.
Destacamos la importancia del diálogo continuo y la acción de servicio común entre personas y religiones como un instrumento para consolidar la libertad religiosa y la paz social.
Afirmamos que la educación permanente contra todo tipo de discriminación es una herramienta esencial para promover la libertad religiosa u otras convicciones.
Ciudad de Córdoba, República Argentina, 5 de septiembre de 2014.
Informes: www.calir.org.ar .+
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