Ciudad del Vaticano (AICA): El presidente de la Fundación Auschwitz-Birkenau y director del Museo Piotr Cywinski informó este lunes 29 se septiembre que, por indicación del papa Francisco, el Vaticano donó 100 mil euros a la Fundación Auschwitz-Birkenau, que gestiona el mayor museo referido al campo de concentración alemán, situado en Oswiecim, en el sur de Polonia.
El cardenal Pietro Parolin, secretario de estado, en el mensaje que acompaña la donación escribió: "La suma no es grande porque nuestras posibilidades son limitadas, pero con ésta expresamos nuestro pleno apoyo al proyecto emprendido por la Fundación".
El Vaticano es el país número 31 que contribuye con el "fondo perpetuo", de 120 millones de euros, establecido por la Fundación Auschwitz Birkenau, para resolver los costos para mantener del campo que ocupa 200 hectáreas e incluye 155 edificios intactos y 300 en ruinas.
Hasta el momento se han recogido 67 millones de euros, de los cuales 60 fueron aportados por el gobierno alemán.
Auschwitz-Birkenau es símbolo del Holocausto, fue el mayor campo de exterminio nazi. Allí entre 1940 y 1945 más de 1,1 millones de prisioneros perdieron su vida, en su mayoría Judíos.
Fue un complejo formado por diversos campos de concentración y exterminio realizado por el régimen nazi, tras la invasión alemana a Polonia en 1939, al inicio de la Segunda Guerra Mundial.
Francisco, en el reciente viaje a Tierra Santa, se reunió con un grupo de sobrevivientes de los campos de concentración en el Memorial Yad Vashem de Jerusalén; en esa ocasión llevó a cabo un gesto inédito, pues besó las manos a cada uno de ellos.
Sus predecesores, Juan Pablo II (el 7 de junio de 1979) y Benedicto XVI (el 28 de mayo de 2006, en ambos casos a poco más de un año de haber sido elegidos al trono Pontificio) visitaron el campo de concentración. Karol Wojtyla, antes de convertirse en Papa, visitó en varias ocasiones Oswiecim (Auschwitz en alemán), que se encuentra a unos 70 kilómetros de su Cracovia.
La visita del papa emérito Benedicto XVI permanecerá impresa en la memoria por las fuertes palabras que pronunció: “¿Dónde estaba Dios en esos días? ¿Por qué calló? ¿Cómo pudo tolerar este exceso de destrucción, este triunfo del mal?”.
La UNESCO declaró al campo, en 1979, como patrimonio de la humanidad, uno de los lugares de mayor simbolismo del Holcausto o Shoah.+
Publicar un comentario