Ciudad del Vaticano (AICA): El papa Francisco dedicó la catequesis de la audiencia general de los miércoles a contar a los fieles presentes su reciente viaje a Albania. El Santo Padre confirmó que era importante alentar a este pueblo a seguir por el camino de la pacífica convivencia entre sus diferentes componentes religiosos. Recordando a los que sufrieron persecución y muerte durante las terribles persecuciones, el Pontífice subrayó que “su sangre no se derramado en vano, es una semilla que dará frutos de paz y de colaboración fraterna. Hoy Albania es un ejemplo no solo de resurgimiento de la Iglesia sino también de pacífica convivencia entre religiones”.
Francisco recordó su encuentro con los sacerdotes, las personas consagradas, los seminaristas y los movimientos laicales, así como también con algunos ancianos que “han vivido en su propia carne las terribles persecuciones”. “Fue gracias a la unión íntima con Jesús, a la relación de amor con Él cómo estos mártires, como cualquier mártir, tuvieron fuerzas para afrontar los acontecimientos dolorosos que los llevaron al martirio. También la Iglesia encuentra su fuerza en el amor de Cristo.
Una fuerza que nos sostiene en los momentos de dificultad y que inspira la acción apostólica para ofrecer a todos bondad y perdón, testimoniando así la misericordia de Dios”.
El Pontífice mencionó también a los cuarenta sacerdotes asesinados durante la dictadura comunista. “Estos se suman a los centenares de religiosos cristianos y musulmanes asesinados, torturados, encarcelados y deportados sólo porque creían en Dios. Fueron años oscuros, durante los cuales fue arrasada la libertad religiosa y estaba prohibido creer en Dios; miles de iglesias y mezquitas fueron destruidas, convertidas en almacenes y salas de cine que propagaban la ideología marxista, los libros religiosos fueron quemados y a los padres se les prohibió poner a sus hijos los nombres de los santos de sus antepasados. Su sangre no se derramado en vano, es una semilla que dará frutos de paz y de colaboración fraterna. Hoy Albania es un ejemplo no solo de resurgimiento de la Iglesia sino también de pacífica convivencia entre religiones”.
Antes de finalizar el Papa dio las gracias al Señor por el viaje “que me ha permitido -subrayó- encontrar un pueblo valiente y fuerte que no se ha dejado doblegar por el dolor”. Ha animado a los hermanos y hermanas de Albania a “tener el valor del bien para construir el presente y el mañana de su país y de Europa” y ha pedido a la Virgen “que continúe guiando el camino de este pueblo mártir”.
El Papa invita a rezar por los países de África afectados por el Ébola
Al finalizar la audiencia general, el Santo Padre saludó como de costumbre a los fieles en las diferentes lenguas y antes del saludo en italiano, hizo un llamamiento por los países de África que sufren a causa de la epidemia del Ébola.
Francisco aseguró su cercanía a las muchas personas afectadas por esta terrible enfermedad y ha invitado a los fieles a rezar por ellos y por los que han perdido la vida de una forma tan trágica. “Espero -dijo- que no disminuya la ayuda necesaria de la comunidad internacional para aliviar el sufrimiento de nuestros hermanos y hermanas”. +
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