Buenos Aires (AICA): La cuadragésima edición de la Peregrinación Juvenil a Luján, organizada por la arquidiócesis de Buenos Aires, se realizará el sábado 4 de octubre y tendrá como lema convocante “Madre, ayudanos a trabajar por la paz”. Como todos los años, la imagen cabecera partirá al mediodía del santuario de San Cayetano, en Liniers, y llegará al santuario nacional poco antes de la misa central, a las 7 del domingo 5 de octubre.
Como todos los años, la imagen cabecera partirá al mediodía del santuario de San Cayetano, en Liniers, y llegará al santuario nacional poco antes de la misa central, a las 7 del domingo 5. Como es costumbre, habrá paradas intermedias en varias localidades del conurbano bonaerense y postas médicas entre las estaciones ferroviarias de Merlo y Luján.
En abril de este año, la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular inició los preparativos y definió el lema convocante en función de las necesidades y súplicas que los peregrinos expresan en los cuadernos de intenciones de la basílica de Luján. Luego de varios encuentros, el grupo de trabajo trató de intuir y reflejar el pedido de los peregrinos.
Más allá del llamado del papa Francisco a rezar por la pacificación del mundo, los fieles que visitan la capital de la fe pidieron a la Virgen, durante el último año, que Dios les otorgue paz en los barrios, en las familias y en los vínculos. Pero la comisión organizadora entiende que no es sólo una súplica “hacia lo alto”, sino también un compromiso de todos y cada uno de los argentinos.
La Peregrinación Juvenil a Luján es ocasión propicia también para solidarizarse con las personas más vulnerables; por ello, los organizadores invitan a llevar alimentos no perecederos para Cáritas. Asimismo, empresas y particulares pueden entregar vendas, talcos, apósitos protectores, algodón, alcohol, agua mineral, galletitas y caldos para los peregrinos en Vidal 1745, del barrio porteño de Belgrano.
La historia de la peregrinación
Encolumnados en la consigna “La juventud peregrina a Luján por la Patria”, el 25 de octubre de 1975 unos 30.000 jóvenes decidieron caminar hacia el santuario nacional. Sin saberlo, iniciaron uno de los acontecimientos más grandes y renovadores de la fe del pueblo argentino.
El peregrino expresa su agradecimiento a la Virgen de Luján, pero también deja de manifiesto las necesidades que cada uno tiene. Desde sus inicios, los sacerdotes alientan a los visitantes a reconocer el amor de María a sus hijos, a quienes recibe en su casa y orienta para transitar el camino de la vida.
Año tras año la cantidad de peregrinos fue creciendo, y en la actualidad los caminantes son cientos de miles de personas. Para ayudarlos en su camino de fe, la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular prepara con meses de antelación un operativo sanitario, logístico y también pastoral, para acompañar la devoción genuina de los creyentes.+
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