Durante la presentación del Instrumento de trabajo que será usado por los obispos en el Sínodo, se anunció la promoción de una “pastoral de misericordia” para los que están en situaciones de irregularidad canónica, como los que conviven, los divorciados, los separados, los divorciados vueltos a casar, las madres solteras o las parejas del mismo sexo y sus eventuales hijos.
El Instrumento de trabajo, que se estudiará durante el Sínodo que dará lugar a una nueva exhortación apostólica del Papa Francisco, constituye un diagnóstico de la preocupación por las situaciones familiares, fruto de las respuestas enviadas al Vaticano por episcopados, congregaciones y movimientos de todo el mundo. De este modo, el secretario general del Sínodo de los obispos, el cardenal Lorenzo Baldisseri, dijo que serán consideradas en manera particular las situaciones pastorales difíciles que se refieren a las situaciones de “convivencia y uniones de hecho, separados divorciados, divorciados vueltos a casar y sus eventuales hijos”, los que se están en condiciones de “irregularidad canónica” o que piden casarse por la Iglesia “sin ser creyentes o practicantes”.
Sobre los divorciados vueltos a casar, el secretario del Sínodo de obispos reconoció que “viven con sufrimiento su situación de irregulares en la Iglesia” y señaló que la Iglesia “se siente interpelada a encontrar soluciones compatibles con su enseñanza, que guíen una vida serena y reconciliada”. Así, manifestó la “relevancia” de “simplificar y agilizar los procesos judiciales de nulidad matrimonial”.
Sobre los que se casan “sin fe explícita”, reclamó “mayor atención de la pastoral eclesial” y una “mejor calidad” en los cursos de preparación del matrimonio para que los esposos puedan continuar siendo “recién casados después de la boda”.
Los hijos de parejas del mismo sexo
Sobre las parejas del mismo sexo, Baldisseri distinguió contextos, según la legislación civil sea “más o menos favorable”, y puso de manifiesto la necesidad de un “cuidado pastoral de las Iglesias particulares”, sobre todo pensando en “las cuestiones relacionadas con los eventuales hijos”. “Urge permitir a las personas heridas de curarse y reconciliarse, encontrando de nuevo confianza y serenidad”, agregó.
Por eso, promovió la necesidad de una pastoral capaz de ofrecer la “misericordia que Dios concede a todos sin medida”, al tiempo que evidenció que la Iglesia tiene que “proponer no imponer”, “acompañar y no empujar” e “invitar y no expulsar”.
Asimismo, Baldisseri reconoció que “la convivencia y las uniones de hecho” están en creciente difusión y lo achacó a “diversas razones sociales, económicas y culturales”. “La Iglesia siente el deber de acompañar a estas parejas en la confianza de poder sostener una responsabilidad como es la del matrimonio, que no es demasiado grande para ellos”, agregó.
Por su parte, el relator general de la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de Obispos, el arzobispo de Budapest, cardenal Peter Erdo, comentó que el documento de trabajo ofrece “una panorámica de la situación de la pastoral de la familia”, a partir de la perspectiva del nivel de la conciencia, que tiene que ver con el conocimiento “de las enseñanzas de Cristo y la Iglesia sobre el matrimonio” y del nivel relativo “al comportamiento real de la gente”, donde se presentan las “situaciones críticas”.
El cardenal Erdo expresó que muchas de las respuestas ponen en evidencia que la gente “cada vez se casa menos, también de manera civil”. “Tal fenómeno se inserta en el contexto del individualismo y del subjetivismo práctico”. Sobre el tema de los divorciados vueltos a casar, Erdo manifestó que en algunas partes del mundo se habla de “un sufrimiento causado por no recibir los sacramentos” y que a la pregunta “¿qué piden los divorciados a la Iglesia?” en otras partes del mundo la respuesta más frecuente es que “no piden nada, o porque no saben que no pueden participar a los sacramentos o se han mostrado indiferentes tanto antes como después del matrimonio civil, inválido desde el punto de vista eclesial”.
El Instrumentum Laboris del Sínodo sobre la Familia sintetiza así las respuestas de las Iglesias locales al cuestionario sobre matrimonio y familia, propuesto en el Documento preparatorio del Sínodo:
La familia, célula básica de la sociedad. Pero la familia en crisis. Sobre estos dos ejes gira el documento de trabajo para el próximo Sínodo. Un retrato analítico de los principales retos y dificultades que afrontan las familias de hoy, con una reflexión sobre la ayuda constante que ofrece la Iglesia.
Disgregada, desalentada, confusa, mal preparada: la familia de hoy se presenta con estas cualidades desvaforables, pero también hay signos positivos de esperanza, especialmente entre los jóvenes, y en donde el enfoque de la Iglesia no es visto como “exclusivo”, sino “inclusivo” en lo que respecta a los que viven situaciones irregulares.
La primera parte está dedicada a la comunicación del Evangelio en la familia y se concentra en dos aspectos: las dificultades de comprender el valor de la “ley natural”, la dimensión matrimonial entre hombre y mujer; y la tutela que deberían tener del Estado los núcleos familiares.
La segunda parte del Instrumentum se centra en la crítica situación que la familia enfrenta en la actualidad: la debilidad de la figura del padre, la fragmentación debida al divorcio y la separación, la trata de niños, las drogas, el alcoholismo, la ludopatía. El documento sinodal también destaca el impacto laboral en la vida familiar: las largas jornadas de trabajo, la inseguridad laboral. Otros factores críticos son la migración, la pobreza, el consumismo, las guerras, el SIDA, la diversidad de culto entre los cónyuges y de ahí la dificultad de educar a sus hijos.
Respecto a las uniones homosexuales, todas las Conferencias Episcopales se dicen contrarias a la introducción de una ley. Aunque, el Instrumentum laboris, en su esencia, señala que para las situaciones difíciles la Iglesia no debe asumir una actitud del juez que condena, sino el de una madre que siempre acoge a sus hijos.
En la tercera parte, dedicada a la responsabilidad educativa, el Instrumentum señala que la enseñanza de la Iglesia sobre la apertura a la vida por parte de los cónyuges es poco conocida y a menudo considerada como una ingerencia en la pareja. El documento destaca la importancia de explicar los métodos de la regulación natural de la fertilidad, en colaboración con las universidades, dando asimismo una formación, en este aspecto, a los sacerdotes que a menudo están poco preparados sobre estos temas. En general, sin embargo, la sugerencia es promover una mente abierta a la vida a través de los esfuerzos de los cristianos en el fomento de las leyes y las estructuras civiles que apoyan a los niños por nacer.
El itinerario del Sínodo
El pasado 8 de octubre de 2013, el Santo Padre Francisco convocaba la tercera Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos sobre el tema: Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización. La Secretaría general del Sínodo inició la preparación con el envío del Documento preparatorio, que tuvo una amplia acogida eclesial en el pueblo de Dios, sintetizada ahora en el Instrumentum Laboris sobre el que trabajaron los padres sinodales. El Santo Padre considerada la amplitud del tema, estableció un itinerario de trabajo en dos etapas, que constituyen una unida orgánica.
En la Asamblea General Extraordinaria de 2014, del 5 al 19 de octubre, los padres sinodales evaluarán y profundizarán los datos, los testimonios, las sugerencias de las Iglesias particulares a fin de responder a los nuevos desafíos de la familia actual. Un año después, la Asamblea General Ordinaria de 2015, mayormente representativa del episcopado, reflexionará en un segundo momento –insertándose en el precedente trabajo sinodal- sobre las temáticas afrontadas para individuar líneas operativas pastorales.
El Instrumentum Laboris nace de las respuestas al cuestionario del Documento preparatorio, dado a conocer públicamente en noviembre de 2013, estructurado en ocho grupos de preguntas relativas al matrimonio y la familia, las cuales tuvieron amplia difusión. El texto está estructurado en tres partes y retoma, según un orden funcional, las ocho temáticas propuestas en el cuestionario: el Evangelio de la familia, las situaciones familiares difíciles, la educación a la vida y a la fe en el núcleo familiar: son los tres ámbitos en los que se desarrolla el Instrumentum laboris.
El anuncio del Evangelio de la familia es parte integrante de la misión de la Iglesia. En el tiempo actual, la difundida crisis cultural, social y espiritual constituye un desafío para la evangelización de la familia y de ahí este interés de la Iglesia que está llamada a reflexionar sobre el camino que ha de seguir para comunicar a todos los hombres la verdad del amor conyugal y de la familia, respondiendo a sus múltiples desafíos.+
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