Mons. Arancedo: "Los talentos, una tarea al servicio de la comunidad"
Santa Fe (AICA): El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, aseguró que ¨el hombre necesita de los demás, no dispone de todo lo que es necesario para su crecimiento integral. No somos islas, somos parte de una misma familia en la que estamos llamados a crecer desde nuestra diversidad. La solidaridad se convierte, así, en una realidad que nos compromete a acompañar a nuestros hermanos. En este sentido podemos hablar de diversidad de talentos, como un don que se convierte en una tarea¨. “El principio de solidaridad, expresado también con el nombre de ´amistad´ o ´caridad social´, es una exigencia directa de la fraternidad humana y cristiana”, sostuvo.
Tras asegurar que "solo podemos hablar de diversidad de talentos en el hombre, desde la misma y única igualdad de naturaleza humana", interpeló: "¿Cómo explicar las diferencias?"
"El hombre necesita de los demás, no dispone de todo lo que es necesario para su crecimiento integral. No somos islas, somos parte de una misma familia en la que estamos llamados a crecer desde nuestra diversidad. La solidaridad se convierte, así, en una realidad que nos compromete a acompañar a nuestros hermanos. En este sentido podemos hablar de diversidad de talentos, como un don que se convierte en una tarea", subrayó en su reflexión semanal.
El prelado santafesino advirtió que "cuando la diversidad de talentos no se vive en el marco de una cultura de la solidaridad, y esto es común desgraciadamente en una cultura individualista, se viven en el mundo: 'desigualdades escandalosas que afecta a millones de hombres y mujeres'. Están en abierta contradicción con el Evangelio (de los talentos)".
Por último, monseñor Arancedo compartió una cita del Concilio: “La igualdad de las personas exige que se llegue a una situación de vida más humana y más justa. Pues la excesivas desigualdades económicas y sociales entre los miembros o pueblos de una única familia humana resultan escandalosas y se oponen a la justicia social, a la equidad, a la dignidad de la persona humana y también a la paz social e internacional” y concluyó: “El principio de solidaridad, expresado también con el nombre de 'amistad' o 'caridad social', es una exigencia directa de la fraternidad humana y cristiana”.+
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