Primera peregrinación tras las huellas patagónicas de Don Zatti




Viedma (Río Negro) (AICA): Numerosos fieles de las comunidades de Viedma, General Conesa y Trelew participaron este 15 de marzo de la Primera Peregrinación al santuario del beato Artémides Zatti, que llevó por lema “En la huella del Evangelio como Don Zatti al servicio de los pobres”. Tras una meditación frente a la estatua de quien es considerado “El pariente de todos los pobres”, el obispo de Viedma, monseñor Esteban Laxague, presidió la misa y después se inició la procesión hasta la catedral Nuestra Señora de la Merced, pasando por el Hospital Don Zatti y la sede del Círculo Católico de Obreros.

Numerosos fieles de las comunidades de Viedma, General Conesa y Trelew participaron este 15 de marzo de la Primera Peregrinación al santuario del beato Artémides Zatti, que llevó por lema “En la huella del Evangelio como Don Zatti al servicio de los pobres”.

El santuario está ubicado en la ciudad de Viedma, cuna de las misiones salesianas en el mundo y donde se encuentra las reliquias del “Enfermero de la bicicleta” o “El pariente de los pobres”, como se lo conoce a Don Zatti.


Los peregrinos se concentraron frente a la escultura dedicada al beato, realizada por el arquitecto Alejandro Santana, artífice del Vía Christi de Junín de los Andes. Allí hubo una meditación sobre los principales núcleos de la espiritualidad que animó la vida entregada de este salesiano.


En la calle frente al templo se emplazó un gran altar, donde el obispo de Viedma, monseñor Esteban Laxague, presidió la celebración eucarística concelebrada por los sacerdotes salesianos Martín Dumrauf y Luciano Cibién y el presbítero Luis García, párroco de la catedral de Viedma.


En su homilía, el prelado preguntó qué “llevaría don Zatti en sus bolsillos” y sugirió diversas hipótesis, todas orientadas a su servicio como enfermero. El sentido de la pregunta busca ayudar a los peregrinos a ser generosos, en la entrega, a no guardarnos por miedo o buscando nuestra seguridad.


“Zatti se dio totalmente con alegría, siguiendo las huellas de Jesús que, levantado en alto, lo dio todo por la salvación de la humanidad. El enfermero de la comarca en su bicicleta se donaba sin pausa para llegar a los más lejos, para buscar la ayuda necesaria para ser medicina de Dios a favor de los últimos”, se destacó.


En el ofertorio se invitó a todos a buscar en los bolsillos algunos caramelos, para ofrecerlos como signo de ese consuelo y dulzura que Zatti brindaba a sus pacientes. Las golosinas fueron obsequiadas a los niños, que junto con el obispo bendijeron a los presentes. También en el ofertorio se presentaron urnas con intenciones de las comunidades de origen de los peregrinos.


Después de la Eucaristía, en el patio del colegio Don Zatti, se compartió un almuerzo y a las 15 se inició la caminata desde el frente del templo hasta la catedral, pasando por el hospital que lleva el nombre del beato y también frente al Círculo Católico de Obreros, donde sus dirigentes entregaron a monseñor Laxague un acta de esa organización, de la cual Zatti fue prosecretario.


En la catedral, colmada por los peregrinos, se oró en silencio y se renovó el compromiso de seguir las huellas del Evangelio como Zatti al servicio de los pobres. La fiesta cerró con la bendición de monseñor Laxague.


En ese marco, se acordó que la peregrinación del año próximo será el segundo domingo de marzo.+



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