Buenos Aires (AICA): El Papa Francisco le agradeció “de corazón” al periodista Alfredo Leuco la carta abierta que éste le dirigió en su programa radial del jueves pasado, en la que criticaba y trasmitía el malestar de muchos argentinos por su decisión de recibir a la presidenta Cristina Fernández por cuarta vez en el Vaticano. El pontífice le expresó que en la carta no había ¨una sola agresión o alguna expresión altisonante¨ y recordó a modo de confidencia tras leerla: “Me vino a la mente una de las Bienaventuranzas: ‘Felices los mansos, porque recibirán la tierra en herencia’. La mansedumbre, esa actitud tan ligada a la paciencia, a la escucha, a la ponderación y que -a veces- en el imaginario colectivo se la confunde con pusilanimidad. Pero no es así: en realidad es la virtud de los fuertes”.
El periodista recibió un llamado telefónico del Papa durante el fin de semana y luego un correo electrónico sintetizando lo conversado.
Leuco leyó este martes el texto del correo electrónico durante su programa "Le doy mi palabra" y pasó al aire el mensaje que le dejó el Papa en el contestador al no poder comunicarse con él en un primer intento.
Francisco le hizo al periodista lo que llamó una "confidencia" que, según señaló, al concluir la lectura de la carta: "Me vino a la mente una de las Bienaventuranzas: 'Felices los mansos, porque recibirán la tierra en herencia' (Mateo 5, 4)".
"La mansedumbre, esa actitud tan ligada a la paciencia, a la escucha, a la ponderación y que, a veces, en el imaginario colectivo se la confunde con pusilanimidad. Pero no es así: en realidad es la virtud de los fuertes”, profundizó.
Asimismo, le expresó que en la carta abierta no había "una sola agresión o alguna expresión altisonante".
"El tono sereno manifiesta la voluntad de comunicarse frontalmente y las disidencias se dicen con paz, fluidamente", dijo el Papa y agregó: "Esta actitud edifica, une, es constructiva".
Texto del correo electrónico
"Estimado Sr. Leuco: Recibí su carta del pasado 9 (Carta abierta al Papa Francisco) y le agradezco de corazón que la haya escrito.
“El tono sereno manifiesta la voluntad de comunicarse frontalmente y las disidencias se dicen con paz, fluidamente. No hay allí una sola agresión o alguna expresión altisonante. Y esta actitud edifica, une, es constructiva. Gracias, muchas gracias!
“Me permito una confidencia. Al concluir la lectura de su carta me vino a la mente una de las Bienaventuranzas: ‘Felices los mansos, porque recibirán la tierra en herencia’ (Mt 5, 4). La mansedumbre, esa actitud tan ligada a la paciencia, a la escucha, a la ponderación y que -a veces- en el imaginario colectivo se la confunde con pusilanimidad. Pero no es así: en realidad es la virtud de los fuertes. Nuevamente, gracias. Y, por favor, le pido que no se olvide de rezar por mí. Que Dios lo bendiga”.+
Publicar un comentario