Con muestras de afecto y de entusiasmo, el delegado papal animó la tarea de los catequistas y alumnos y alentó a llevar el Evangelio a todos, en especial a las periferias de la diócesis. Monseñor Tscherrig también exhortó a vivir con mayor conciencia la pertenencia a la Iglesia universal, ayudando también a otros a descubrirla.
“Cuando voy a cada país, en los distintos continentes, me siento en casa. Somos una familia, y es importante experimentar esta pertenencia a la Iglesia en el lugar donde nos encontremos”, dijo el nuncio.
Monseñor Tscherrig recordó el día en el que el cardenal Jorge Bergoglio fue elegido Papa y pidió a los moronenses que no dejen de rezar por él. Resaltó la necesidad de la oración en la vida del cristiano y en la vida de la Iglesia para crecer fraternalmente en la caridad. Después les impartió la bendición apostólica.
Los integrantes del seminario catequístico agradecieron la visita del nuncio. "Nos conmovió el corazón y nos hizo sentir el impulso y la responsabilidad de anunciar la Buena Noticia de Jesús", dijo una de las asistentes.+
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