La mandataria croata –explicó a los periodistas en la rueda de prensa- que apenas el Papa la recibió en audiencia se interesó al ver que la mandataria hablaba en español, y ella le explicó que en la universidad se licenció en lengua inglesa y española y que posteriormente estuvo en España para mejorar el idioma.
Fueron 20 minutos de coloquio privado, que inició en español y para los temas más delicados la presidenta lo hizo en croata con la ayuda de un traductor hacia el español, mientras que el Papa habló siempre en español, según indicaron en la Sala de Prensa.
El coloquio continuó en una atmósfera de cordialidad en la que constataron las buenas relaciones entre la Santa Sede y la República de Croacia, reforzadas aún más por los recientes acuerdos estipulados entre ambas partes.
Se abordaron, además, temas de interés común entre los cuales la colaboración entre la Iglesia y el Estado por el bien de la sociedad croata, en particular, en apoyo de la familia y la juventud.
Más adelante la conversación se ha centrado en las repercusiones sociales de la crisis económica mundial, así como en algunas cuestiones clave para la región, prestando una atención especial a la situación de los croatas en Bosnia y Herzegovina.
Concluida la parte privada, entró la delegación de unas diez personas que le acompañaba. En el intercambio de regalos la presidenta le regaló un corporal con encajes de Lepoglava, actual convento de padres paulinos, edificio que durante el régimen comunista vio encarcelados a presos comunes junto a disidentes, como el cardenal Stepinac.
Le entregó también una camiseta de fútbol del seleccionado croata, a cuadros rojos y blancos, con el número 9. También le regaló una serie de libros sobre la persona de Francisco, escritos o traducidos en croata.
Por su parte, el Santo Padre le regaló el medallón con la figura de san Martín de Tours en la que divide su manto con un indigente y le recordó que el obispo era de la Panónica, región que en parte es territorio croata.
Luego de la entrevista con el Pontífice la presidenta de Croacia se reunió con el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, a quien acompañaba el arzobispo Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados.
En posterior rueda de prensa en la embajada croata ante la Santa Sede, la presidenta Lolinda Grabar-Kitarović, indicó que ella le preguntó al Papa sobre la canonización de cardenal Alojzije Viktor Stepinac, al cual el régimen comunista yugoslavo de Tito (Josip Broz) le condenó a 16 años de prisión, y a quien Juan Pablo II declaró en 1998 como 'beato mártir'.
El Santo Padre le aseguró que él personalmente no tenía dudas sobre la santidad del cardenal Stepinac, y que para ir adelante en el proceso de canonización se ha designado a una comisión integrada por católicos, ortodoxos, e historiadores, de manera que si fuera declarado santo, esto no sea visto por los serbios como algo contrario a ellos. +
This entry passed through the Full-Text RSS service - if this is your content and you're reading it on someone else's site, please read the FAQ at fivefilters.org/content-only/faq.php#publishers.
Publicar un comentario