“Tiene dificultades para alimentarse de forma adecuada, al tiempo que padece dolores constantes en la caja torácica. Por todo ello, es necesario que Asia Bibi se someta cuanto antes a un chequeo médico completo, con análisis de sangre incluidos”, pide la familia.
En una cárcel de cualquier país civilizado, Asia Bibi ya habría sido atendida por un médico y estaría hospitalizada. Pero Pakistán es un país que permite encarcelar a cualquier cristiano bajo falsas acusaciones de blasfemia contra el Islam.
Los abogados de Asia Bibi iniciaron las acciones legales necesarias para que reciba el tratamiento médico oportuno y sea trasladada a la cárcel de Lahore, más adecuada a su actual estado de salud y en la que estaría más cerca de su familia, que tiene que trasladarse durante varias horas desde Lahore a Multán en cada ocasión.
Semanas atrás la organización CitizenGO, difundió un video en que aparece al clérigo islámico que acusó a Asia Bibi reconociendo que “él no la vio pronunciar la blasfemia” de la que él fue testigo de cargo para condenar a Asia a muerte. Con una evidencia como ésta, la mujer, una humilde madre de cinco hijos, ya debería estar en libertad, y su acusador ya tendría que haber sido detenido por sendos delitos de denuncia falsa y perjurio.+
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