Ni lecturas, ni discursos, ni cantos, ni música durante la presencia del Papa en la catedral. Solo varios minutos de contemplación y oración delante del Santo Sudario, con algunos enfermos en silla de ruedas en primera fila.
El obispo de Roma, sentado frente a la reliquia de Jesús, miraba y bajaba la cabeza permanentemente, en contemplación y oración. Antes de salir se persignó, se levantó y caminó subiendo los escalones que lo separaban de la sábana y tocó el vidrio que la protege.
En el interior de la catedral, acompañaron al Papa un grupo de monjas de clausura, sacerdotes huéspedes de las casas del clero de la diócesis de Turín, los canónigos del cabildo catedralicio, la Comisión para la Síndone, algunos parientes del beato Frassati, el cardenal Poletto, los obispos de la Conferencia Episcopal del Piamonte-Valle de Aosta y el séquito papal.
Después de la misa y antes de la oración del Ángelus, Francisco dijo: “El Santo Sudario nos atrae hacia el rostro y el cuerpo martirizado de Jesús y, al mismo tiempo, nos empuja hacia el rostro de cada persona sufriente y injustamente perseguida. Nos empuja en la misma dirección del don de amor de Jesús. “El amor de Cristo nos apremia”.
Para venerar la Sábana Santa y rendir homenaje a San Juan Bosco en el bicentenario de su nacimiento, el Papa Francisco viajó a la diócesis italiana de Turín. Una visita pastoral, cuyo lema es “El amor más grande”.
El intenso programa de esta visita de dos días, domingo 21 y lunes 22 de junio, comenzó con un encuentro con el mundo del trabajo, después de su llegada al aeropuerto de Caselle.
Luego, el Obispo de Roma se dirigió a la Catedral, para rezar ante la Sábana Santa. Y después de detenerse brevemente ante el altar del Beato Pier Giorgio Frassati, fue hasta la Piazza Vittorio donde presidió la celebración de la Santa Misa y luego el rezo mariano del Ángelus.
En esta primera etapa de su peregrinación el Pontífice almorzará en el arzobispado con los jóvenes detenidos en la cárcel de menores ‘Ferrante Aporti’, con algunos inmigrados, personas sin hogar y una familia de gitanos romaníes.
Por la tarde después de visitar y de rezar en privado en el Santuario de la Consolata, el Santo Padre mantendrá un encuentro en la basílica de María Auxiliadora, con los salesianos y las Hijas de María Auxiliadora. En la plaza que se encuentra delante de la misma basílica, saludará a los jóvenes educadores y animadores de los oratorios. Luego, se trasladará a la Iglesia del Cottolengo, para abrazar a los enfermos y discapacitados. Volviendo a Piazza Vittorio, el Papa tendrá un encuentro con los jóvenes, con el que concluirá su primera jornada, antes de regresar al arzobispado, donde se alojará.
El lunes 22 de junio la primera cita de Francisco es en el Templo Valdense, para volver después al arzobispado, donde de forma estrictamente privada, mantendrá un encuentro con algunos familiares suyos, para quienes celebrará la Misa, también almorzará con ellos. Antes de dejar el arzobispado, Francisco saludará brevemente a los miembros del Comité de la Ostensión, a los organizadores y sostenedores de su visita. Durante su traslado al aeropuerto, recibirá el saludo de los jóvenes de una iniciativa juvenil de los Oratorios de Turín.+
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