Tras dejar un ramo de flores a los pies de la imagen mariana, el pontífice rezó en silencio durante unos 10 minutos. Estuvo acompañado por doce obispos cubanos, entre ellos el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, y el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin.
"Haz de la nación cubana un hogar de hermanos y hermanas para que este pueblo abra de par en par su mente, su corazón y su vida a Cristo", rogó el pontífice ante la Virgen.
Al finalizar la oración, un coro de niños entonó la canción "Yo vengo a ofrecer mi corazón", del cantautor argentino Fito Páez.
El Papa presidirá esta mañana una misa en ese santuario mariano, considerado el mayor centro de peregrinación de la isla.
Antes de su oración a la Virgen Cobre, Francisco se reunió con los obispos cubanos en el seminario San Basilio Magno, donde el pontífice pasó su última noche en Cuba.
El vocero de la Santa Sede, padre Federico Lombardi SJ, dijo que el encuentro con los obispo fue de carácter privado, "informal, sin discurso del Papa pero con una conversación directa”.
En su la cuarta y última jornada en Cuba, Francisco presidirá esta mañana una misa en el santuario de la Virgen de la Caridad, mantendrá un encuentro con familias en la catedral de Santiago y la bendecirá la ciudad que este año cumplió 500 años desde su fundación.
Francisco se despedirá de Cuba en el aeropuerto de Santiago y desde allí viajará a Estados Unidos, donde espera arribar a la base aérea Andrews, de Washington, para iniciar la segunda etapa de su gira americana tras cumplir un papel clave en el restablecimiento de las relaciones diplomáticas después de más de 50 años de bloqueo norteamericano a la isla y tensiones.+
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