El organismo mayormente integrado por laicos lamentó en un comunicado que en ese editorial “se enuncia despectivamente el trabajo de estos últimos años de vida democrática, donde se ha crecido en la política de derechos humanos hasta hacerla política de Estado, como ‘mentiras de los años 70’”.
“Decir que el trabajo de organismos de derechos humanos y de los gobiernos que desde el regreso de la democracia con los juicios a las juntas y a partir de 2003 hasta la fecha desarrollaron en pos de los esclarecimientos de delitos de lesa humanidad fue tan sólo una ‘bandera de contenido emocional’, es una mentira y una bajeza”, sostuvo.
“Cuestionar la pena de la cárcel común a los genocidas y hablar de ‘persecución’ cuando se intenta hacer justicia con el debido proceso y las garantías constitucionales a los cómplices civiles del poder judicial de la última dictadura, nos alarma”, agregó en la comunicación.
“Llama tristemente la atención que el matutino La Nación proponga esta arenga editorial”, concluyó el Departamento de Justicia y Paz quilmeño.
Texto del comunicado
Con estupor, al día siguiente de una nueva elección nacional, leemos en el diario “La Nación” su editorial titulada “No más venganza”. En ella se enuncia despectivamente el trabajo de estos últimos años de vida democrática, donde se ha crecido en la política de derechos humanos hasta hacerla política de Estado, como “mentiras de los años 70”.
Decir que el trabajo de organismos de derechos humanos y de los gobiernos que desde el regreso de la democracia con los juicios a las juntas y a partir de 2003 hasta la fecha desarrollaron en pos de los esclarecimientos de delitos de lesa humanidad fue tan sólo una “bandera de contenido emocional”, es una mentira y una bajeza.
Cuestionar la pena de la cárcel común a los genocidas y hablar de “persecución” cuando se intenta hacer justicia con el debido proceso y las garantías constitucionales a los cómplices civiles del poder judicial de la última dictadura, nos alarma.
Hablar de “venganza” ante la seria política de derechos humanos que pudimos reconquistar en nuestra vida democrática, nos retrotrae a la “teoría de los dos demonios”. Nos suena a ruegos de “indultos” y “punto final”. Hemos avanzado como sociedad argentina en estos temas para querer volver atrás. El mundo entero admira nuestros avances en los juicios y condenas de los genocidas. Son un orgullo nuestras Madres y Abuelas. 118 nietos recuperados hablan a las claras de justicia, de derechos humanos reconquistados y no de venganza.
Llama tristemente la atención que el matutino “La Nación” proponga esta arenga editorial.+
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