Mons. Tirso Blanco: “Estas iglesias simbolizan el sufrimiento causado por la guerra”
Cinco de las seis iglesias en las que se abrieron las Puertas Santas, fueron reconstruidas con el apoyo de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia que sufre. De 1975 a 2002, Angola fue devastada por una larga guerra civil. “Después de trece años aún se ven signos visibles del conflicto en las estructuras -dijo monseñor Tirso Blanco- pero sobre todo en las personas. Es por eso que este Jubileo de la Misericordia es tan importante para nosotros, porque nos invita a continuar la reconstrucción de nuestras iglesias y el tejido espiritual y social del país”.
Entre las estructuras reconstruidas gracias a AIN también está la catedral de Nuestra Señora de la Asunción, en Lwena, bombardeada en 1991 y reabierta en 2013. Otra reconstrucción significativa es la de la iglesia Nuestra Señora de Fátima, en Moxico Velho, parcialmente destruida en 2009. “Fue construido entre 1917 y 1922 por los primeros misioneros que llegaron a la zona -dijo el obispo- para nosotros es muy importante porque a partir de este momento es donde comenzó la evangelización”. Después de la reapertura el año 2013, la iglesia se convirtió en santuario diocesano, visitado hoy por muchos peregrinos.
Monseñor Tirso Blanco subrayó que la reconstrucción de las iglesias ha contribuido a una renovada participación de los fieles. “En Cazombo, hasta hace unos años sólo había un sacerdote y dos monjas. Hoy hay 14 sacerdotes y religiosos. La celebración de la Eucaristía ocupa un lugar muy importante en la vida de la gente de esta diócesis. Pero se debe celebrar en lugares dignos, lo que permite a los fieles a comprender el valor de los sacramentos”. De la parroquia San Benito, en Cazombo, solo habían quedado algunos ladrillos al final de la guerra, pero ahora da la bienvenida a cientos de fieles.
Incluso la iglesia Santa Teresa del Niño Jesús, en Lake Dilolo, estaba en ruinas y tuvo que ser reconstruida casi desde cero. Fue inaugurada en 2014. Un año antes de ser reabierta San Bonifacio, en Lumbala Nguimbo.
Una de las seis iglesias de Lwena donde hemos abierto una Puerta Santa no fue reconstruida por AIN. Tampoco fue restaurada la iglesia de Santa Ana en Camanongue. De ella solo queda un arco central que hoy sirve como Puerta Santa. “La iglesia de Camanongue -dijo monseñor Tirso Blanco- nos recuerda a las iglesias de nuestra diócesis todavía en escombros. Y es el símbolo de las cicatrices que la guerra dejó en el corazón de los angoleños”.
Monseñor Jesús Tirso Blanco, misionero salesiano argentino de 49 años, es obispo de Lwena desde el 9 de marzo de 2008.+
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