Acción Católica: El 24 de Marzo, una ocasión para el diálogo y la reconciliación
La organización laical hizo un llamado para que "en el respeto por la justicia, encontremos los caminos que nos lleven a restañar las heridas que aún nos duelen como sociedad" y consideró que para ello "será necesario asumir el arrepentimiento, el pedido de perdón, y la reparación por los daños causados, y por qué no, ejercer la misericordia, que es la forma más sublime del perdón".
"Si como pueblo estamos dispuestos a deponer actitudes extremas e irreductibles, estaremos -en el marco de la cultura del encuentro y del diálogo sincero y honesto– en condiciones de reconstruir los lazos sociales, aun resquebrajados, y de caminar hacia un futuro de paz y unidad que como Nación nos merecemos", subrayó.
Por último, la A.C.A. pidió a Dios que "este año en el que celebramos el bicentenario de nuestra independencia, con el anhelo siempre de vivirlo en justicia y solidaridad, sea ocasión propicia para sanar estas heridas humanas, espirituales, sociales, económicas y políticas, fortaleciendo así nuestro porvenir".
Texto del mensaje
Se cumplen cuarenta años del golpe de Estado que destituyó al gobierno constitucional de aquel entonces.
Este hecho, más allá de cualquier especulación, dio lugar al proceso más dramático y cruento de nuestra historia, signado por el secuestro, la tortura, la muerte y desaparición de personas, como así también de la apropiación ilegítima de niños.
Al recordar esa fecha, como miembros de nuestro pueblo, deseamos hacer un llamado, para que, en el respeto por la justicia, encontremos los caminos que nos lleven a restañar las heridas que aún nos duelen como sociedad.
Para ello, será necesario asumir el arrepentimiento, el pedido de perdón, y la reparación por los daños causados, y por qué no, ejercer la misericordia, que es la forma más sublime del perdón.
Si como pueblo estamos dispuestos a deponer actitudes extremas e irreductibles, estaremos -en el marco de la cultura del encuentro y del diálogo sincero y honesto– en condiciones de reconstruir los lazos sociales, aun resquebrajados, y de caminar hacia un futuro de paz y unidad que como Nación nos merecemos.
Pedimos a Dios que este año en el que celebramos el bicentenario de nuestra independencia, con el anhelo siempre de vivirlo en justicia y solidaridad, sea ocasión propicia para sanar estas heridas humanas, espirituales, sociales, económicas y políticas, fortaleciendo así nuestro porvenir.+
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