Mons. Martorell: “Solamente el amor de Dios podrá salvarnos y darnos una nueva forma de vida”
“La Pasión, el sufrimiento en la cruz y la muerte, constituyen el comienzo del camino a la glorificación y el motivo de ella, y por eso Jesús la considera ya comenzada”, señaló.
Asimismo, antes de ascender al cielo y separarse de sus discípulos, Jesús les dejó el mandamiento nuevo del amor.
“El amor de Jesucristo asegura la misión de la primera comunidad: ser testigos de la fe en el amor, entre los hombres. El amor cristiano será la señal de la presencia de Jesucristo y al mismo tiempo será el distintivo de los cristianos a lo largo de todos los tiempos”, expresó el prelado.
Luego, explicó que sus discípulos “pueden hacer todo lo que hacen porque es el amor de Cristo que los sostiene y que obra en ellos”, y agregó que “este amor, sin embargo, no los libra de las tribulaciones”.
“Con su muerte y resurrección, Jesús santificó el dolor y la muerte, pero no los eliminó”. “Los que verán la Gloria del Cordero son los cristianos que vienen de la tribulación, de los trabajos del mundo, de sus tentaciones, de sus caídas, pero que animados por la fe, participarán de la gloria del Cordero”, afirmó.
“No obstante, en la gloria ya no habrá lágrimas, ni gritos, ni trabajos. Los hombres serán saciados plenamente, todo será alimentado por el amor de Cristo resucitado. Pero todo esto vendrá a través del amor: amor a Dios y a los hombres”, señaló.
Finalmente, invitó a los cristianos a practicar este tipo de amor y expandirlo por todos lados. “Será necesario llevarlo primeramente a nuestro hogar, vivirlo especialmente entre padres e hijos, llevarlo al trabajo, a la diversión o al dolor, al mundo de la política y de todo el quehacer del hombre. Será necesario inculturar el amor por medio del testimonio del amor para romper todo egoísmo e injusticia, toda ignorancia y perversión. Solamente el amor de Dios podrá salvarnos y darnos una nueva forma de vida”, concluyó.+
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