Reflexión de Mons. Martorell del Domingo del Buen Pastor
“Privilegio enorme que exige a los hombres oír su voz y seguirlo”, afirmó y continuó: “Oye la voz de Jesús quien acepta el Evangelio y descubre su verdadero significado. Oye la voz de Jesús quien escucha la voz de la Iglesia –del Papa, de los obispos, de sus superiores- y obedece. Oye la voz de Jesús quien atiende la voz de su conciencia y de las inspiraciones internas. Es decir que cuando el hombre escucha todas estas voces y las traduce con sinceridad y fidelidad en su vida, sigue verdaderamente al Señor”.
El obispo aseguró que “pertenecer al rebaño del Señor no es un privilegio de pocos, sino un don que se ofrece a todos los que quieran aceptarlo… el no excluye a nadie”. En consecuencia, el prelado invitó a “tender las manos a los hermanos incrédulos, reacios o fugitivos de Dios, e invitarlos a entrar en el redil del Buen Pastor, porque el redil del Señor es un espacio abierto a todos los que quieran entrar en éste”.
Asimismo, pidió al Señor que “nos bendiga con nuevas y generosas vocaciones”, y que oremos para que haya más jóvenes que estén dispuestos a seguir a Jesús con una respuesta de entrega total de sus vidas por el Evangelio.
Luego, hizo un especial llamado a las familias cristianas para que recen por las vocaciones y les hablen a sus hijos del tema. “Las vocaciones surgen siempre del seno de una familia, del aliento y el amor de sus padres por el ministerio sacerdotal o la vida religiosa. Cristo está constantemente llamando porque necesita pastores para su Iglesia”.
“Es necesario oír su voz, abrir el corazón y lanzarse a esta aventura evangélica. Oramos por las vocaciones sacerdotales y religiosas en toda la diócesis y en el mundo”, concluyó.
Ver homilía de monseñor Marcelo Raúl Martorell completa.+
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