Cada uno de los nueve días se pedirá por una intención particular: por la patria, por las familias, por los trabajadores, por los niños, por los ancianos y enfermos, por los jóvenes, por los religiosos, religiosas y sacerdotes, por los difuntos, y por la vida.
Los sacerdotes del templo prepararon un folleto, con una reflexión diaria, para que los devotos que no puedan visitar el santuario, acompañen la novena desde sus hogares.
En el tríptico se incluye también la consagración a la Virgen, que dice: “Bendita sea tu pureza/ y eterna lo sea,/ pues todo un Dios se recrea/ en tan graciosa belleza./ A Ti, celestial princesa,/ Virgen Sagrada María,/ te ofrezco en este día,/alma, vida y corazón./ Mírame con compasión,/ no me dejes, Madre mía”.
Publicar un comentario