Dignatarios de varias iglesias cristianas rezaron por ellos y por la paz en Siria en una vigilia de oración realizada el domingo 17 de abril en el templo San Efrén, de la Iglesia Siriana Ortodoxa de Antioquía, ubicado en Tronador 1067, en el barrio porteño de Villa Ortúzar.
Convocó al acto el arzobispo de la Iglesia Siriana Ortodoxa en la Argentina, monseñor Crisóstomo Juan Gassali, quien lamentó la indiferencia internacional sobre el secuestro de esos arzobispos y rogó por su pronto regreso.
Deseó el fin de la guerra y que la mano de Dios extienda su bendición sobre Siria. Pidió que impere “la paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar (Filipenses 4, 7)" y que Siria vuelva a ser un ejemplo de convivencia interreligiosa y de ecumenismo.
Asistieron los embajadores de Siria, Hamzeh Dawalibi; de Egipto, Reda Habib Zaki, y del Líbano, Antonio Andary.
Velas y oraciones por la paz
El embajador Hamzeh encendió una vela por la paz en su país y el embajador Andary, que es católico maronita, leyó una de las oraciones previstas en un programa impreso especialmente.
El obispo de Argentina y Sudamérica de la Iglesia Ortodoxa Rusa del Patriarcado de Moscú, monseñor Leonid Gorbachov, encendió una vela por el regreso de los eclesiásticos secuestrados y elevó una oración.
También dirigieron oraciones el obispo de Caracas y Sudamérica de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero, monseñor Juan; el padre Ignacio Matzschke Brüll, de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana del Patriarcado ecuménico de Constantinopla, y el pastor luterano David Calvo, de la Iglesia Evangélica Luterana Unida (IELU), vecino a su vez del barrio de Villa Ortúzar.
Revestido de ornamentos sagrados, acompañó la ceremonia litúrgica el diácono de la Iglesia Siriana Ortodoxa Rubén Azar, ingeniero y docente, casado.
Al final de la oración se rezó en arameo una oración de “Exaltación de la Cruz”, dirigida al Señor, orientándose a cada uno de los puntos cardinales: este, oeste, norte y sur. La oración concluía diciendo: “”Gloria a Ti, Cristo Rey, que das misericordia a tus siervos pecadores”.
Canciones y presencias
En la ceremonia se entonaron canciones que habitualmente se cantan en las iglesias católicas de nuestro país, como “Juntos como hermanos”, Jesús, te seguiré”, “Si yo no tengo amor” y “Señor, toma mi vida nueva”, en castellano.
Asistieron al acto también un religioso musulmán, el sheij Meisam, de la mezquita Al Tahuid (chiíta), con larga vestimenta blanca, y el sheij Jan Hatoum, de la comunidad drusa, de saco y corbata. Entre el medio centenar de asistentes estaban el presidente de la Federación Arabe de Buenos Aires (Fearab), Galeb Mousa, y el señor Antonio Saquer, director de la Asociación Cultural Siria.
También hubo una presencia de fieles católicos en el acto: estuvieron María Mercedes Vera, de la Comisión de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso de la Arquidiócesis de Buenos Aires (Cediarz-Baires); Florencia Uriburu, del equipo de difusión de Cediarz-Baires y de la Comisión Episcopal de Ecumenismo, Relaciones con el Judaísmo, el Islam y las Religiones (Ceerjir); Claudette Dubois, del grupo de ecumenismo de la Inmaculada Concepción (la Redonda), de Belgrano; Andrea Poretti y Marco Gallo, de la Comunidad San Egidio, y Jorge Rouillon, colaborador de AICA y presidente del Club Gente de Prensa, además del embajador Andary.
De la Iglesia Siriana Ortodoxa asistieron asimismo el diácono Hugo Adam y el abogado platense Raúl Jasale, asesor de la arquidiócesis de la Argentina.
30 años del encuentro de Asís
Marco Gallo pidió permiso al final para decir unas palabras. Recordó que este año se cumplirán 30 años del encuentro interreligioso de oración por la paz al que convocó San Juan Pablo II en Asís en 1986. Evocó a monseñor Gregorios Ibrahim, uno de los dos arzobispos secuestrados, a quien trató mucho personalmente. Dijo que el prelado siriano ortodoxo participó en aquel primer encuentro de Asís y luego, hasta que perdió su libertad, asistió anualmente a todos los encuentros conmemorativos que organizó la comunidad San Egidio. Informó que del 18 al 20 de septiembre la Comunidad de San Egidio organizará otro encuentro en Asís y promoverá actos similares en unas 200 ciudades del mundo. En Buenos Aires se hará el 18 de septiembre.
Entre los presentes había un joven sirio de 22 años, Raeef Atallah, estudiante de turismo, que vino al país huyendo de la guerra y estuvo detenido cuatro meses hasta que fue puesto en libertad hace un mes. Está aprendiendo lentamente el castellano y ha sido acogido por la arquidiócesis siriana.
Al finalizar la vigilia de oración los participantes tuvieron un momento de diálogo fraterno y compartieron un café en un salón contiguo.+
 |
Publicar un comentario