Jóvenes, madres, embarazadas, familias, sacerdotes y representantes de movimientos laicales caminaron entre cánticos, oraciones y carteles en defensa de la vida y en repudio ante la reciente escenificación “burda, insolente e irrespetuosa” de la Virgen María abortando a su Hijo Jesús en las puertas de la catedral.
“En el Día del Niño por Nacer caminamos con María Virgen, custodia de la vida y la familia” y “Peregrinando con María”, fueron las consignas centrales de la convocatoria.
La marcha "Caminando con María", declarada de interés provincial por la Legislatura de Tucumán.
En el atrio de la catedral Nuestra Señora de la Encarnación, se realizó un acto de desagravió y el arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Zecca, presidió la misa en la que se renovó la consagración a la Santísima Virgen.
“El mensaje que se vio esta noche no puede ser otro que un sí muy rotundo a la vida”, destacó el prelado.
El arzobispo expresó su repudió al acto sacrílego contra la Virgen que se perpetró el 8 de marzo durante un manifestación por el Día Internacional de la Mujer.
“Es una paradoja que en el momento en que se recupera la conciencia de los derechos humanos se quiera afectar el derecho a la vida. Esa profanación ha traicionado a la gente que marchó por la defensa de la mujer", aseguró.
Monseñor Zecca sostuvo que "un pequeño grupo que no representa a nadie ha cometido un sacrilegio gravísimo".
"Para esa gente no hay que guardar rencor ni violencia. Tienen que hacerse responsables de que así no se hace una convivencia democrática”, concluyó.+
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