Mons. Arancedo instó a renovar el entusiasmo de ser discípulos misioneros
Tras referirse al milagro que Jesús hace al curar a un hombre ciego de nacimiento, el prelado se preguntó: Qué significa para mí, en lo concreto de mi vida, ser luz.
La primera respuesta, entiendo, debe estar en la línea de lo que llamaría el ser cristiano, es decir, nadie puede dar o trasmitir lo que no tiene o no es: el obrar siempre sigue al ser, recordó, y agregó: Aquí aparece en toda su exigencia el encuentro vivo con Cristo, en su Palabra y la oración, en la Iglesia y los sacramentos; ahí nos espera y lo vamos a encontrar.
Pero también, en el obrar, en el testimonio de una vida comprometida con su Evangelio, que no es una referencia intimista con Él, sino presencia de él a través de mi vida frente a mis hermanos, especificó.
Por último, monseñor Arancedo señaló que San Pablo nos diría: A ellos les ha revelado cuánta riqueza y gloria contiene para los paganos este misterio, que es Cristo en ustedes esperanza de la gloria.+
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