Mons. Santiago reiteró el llamado a “buscar la cultura del encuentro en una sociedad tan confrontativa”
“La Iglesia es un lugar donde disfrutamos de la convivencia, ver al hermano como imagen de Dios”, manifestó el obispo, y destacó que desde su asunción como pastor de la diócesis de San Nicolás de los Arroyos se encontró con mucho trabajo de caridad.
“Hay sacerdotes que trabajan de manera organizada, por ejemplo en la pastoral carcelaria. También me sorprendió que un grupo de gente de la Iglesia nos pidiera ayudar para hacer un hogar de niños con capacidades diferentes. Hay grupos muy organizados dentro de la Iglesia. En este sentido noto que las comunidades ayudan mucho al sacerdote y esto genera un clima de amistad, de familia, de extrema confianza. Esto es lo que debemos lograr en todas las parroquias”, señaló.
Monseñor Santiago contó que, según lo previsto al momento de su asunción, está recorriendo las diferentes parroquias de la jurisdicción, charlando con los sacerdotes y con los integrantes de la comunidad. En su visita a Salto, visitó la parroquia, geriátricos y el hogar de niños. Además visitó a personas enfermas y zonas carenciadas, y se reunió con los miembros de la comunidad parroquial de Nuestra Señora de los Ángeles.
Debido a la extensión de la diócesis, el obispo reconoció que tiene más trabajo y que es más complejo, pero que está “aplicando el sentido común”: conocer primero para luego ver qué acciones instrumentar.
El espíritu que busca promover monseñor Santiago en la comunidad es el de la búsqueda de una cultura del encuentro, en una sociedad confrontativa, demandante y agresiva.
“La unión es lo primero en lo que trabajó Jesús. Y esto es fundamental sobre todo en un mundo que está enojado, crispado, violento”, indicó, y pidió “una respuesta concreta de parte de la Iglesia”, alentando a “trabajar en el encuentro para neutralizar, suavizar y aliviar a las personas cansadas y enojadas”.+
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