Mons. Torrado Mosconi destacó el modelo de Brochero: fe, servicio y entrega
El obispo solicitó a los fieles que siempre recen para que los sacerdotes mantengan viva la fe en el valor inestimable de su ministerio: “Es importante que los presbíteros tengan fe en el valor de su sagrado servicio, de tal manera que puedan entregarse con generosidad por el bien de las almas y la promoción humana al igual que lo hizo el santo argentino”, destacó.
Durante la homilía, monseñor Torrado Mosconi enumeró algunas de las muchas obras que se le adjudican al santo de Traslasierra: Brochero construyó más de 200 kilómetros de caminos y varias iglesias, fundó pueblos y solicitó y obtuvo de las autoridades mensajerías, oficinas de correo y estafetas telegráficas. Proyectó también un ramal ferroviario para sacar a sus queridos serranos de la pobreza que se encontraban “abandonados de todos pero no por Dios”, como solía repetir, relató el obispo.
El obispo llamó a la comunidad a rezar “para que los sacerdotes podamos enfrentar hoy los nuevos desafíos pastorales que se nos presentan, las nuevas formas de pobreza como los jóvenes con adicciones, la violencia hacia la mujer, la carencia de una vivienda digna, la falta de trabajo y oportunidades, y de tantas otras formas que hoy nos interpela la promoción humana de nuestros pueblos”.
Para finalizar su homenaje al santo, el prelado destacó la entrega de Brochero, un santo que murió “con la convicción de que Dios brindó la salvación de muchos a través de su servicio sacerdotal”. Luego se honró la reliquia de Brochero y se hizo una hora santa para rezar ante Jesús sacramentado por la fidelidad de los sacerdotes y por las vocaciones de la diócesis y de toda la Iglesia que peregrina en la Argentina.
El Santo Cura Brochero tuvo una vida marcada por el servicio, la fe y la difusión del Evangelio hasta en las zonas más inhóspitas de las sierras cordobesas, educando y acompañando a los pobladores que sufrían de la miseria moral y material. El “cura gaucho” promovió el desarrollo social y la integración entre ricos y pobres. Es reconocido también por su labor en la difusión de los ejercicios espirituales de San Ignacio y en la santificación a través del ejercicio del ministerio, que lo llevaba a recorrer largas distancias para llevar el consuelo de los sacramentos montado en su mula malacara. Murió ciego y enfermo de lepra, habiéndose contagiado en sus incontables visitas a los enfermos.+
Publicar un comentario