El prelado, que en 2014 había expresado su preocupación por el consumo de alcohol, fundamentó la decisión en que la legislación de la provincia de Misiones también prohíbe hacerlo en fiestas, reuniones o competencias deportivas, en instalaciones educativas y salones adjuntos.
“Como Iglesia estamos llamados a continuar por el camino del bien y evitar todo aquello que entre en contradicción con el anuncio de la Buena Noticia de Jesús”, sostuvo.
Mons. Bitar estableció, además, que “el uso de las instalaciones parroquiales por parte de otras instituciones o particulares debe regirse por comodato, en el cual el comodatario se compromete a solicitar los permisos municipales o policiales correspondientes, que deberá presentarlos con una semana de anterioridad, eximiendo así a la parroquia y a la diócesis de toda responsabilidad civil”.
Asimismo, se aclara que “el incumplimiento de esta norma queda sujeta a penas canónicas y civiles, recayendo la responsabilidad en los párrocos y administradores parroquiales como representantes legales de la parroquia, como así también en los coordinadores de los Consejos Económicos de parroquias y capillas”.
El diácono Marcelo Kuz recordó que a partir de 2014 se había iniciado una catequesis sobre este tema y el 24 de septiembre del mismo año, se publicó la "Carta a la comunidad católica de la diócesis de Oberá", en la que el obispo y el clero diocesano llaman la reflexión sobre el problema del consumo de alcohol.
La diócesis difundió la información junto al Anexo II de la Declaración de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el consumo de alcohol, y pidió que se haga una difusión del decreto y el material adjunto en las comunidades diocesanas.+
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