Sacerdote amenazado se despidió de su comunidad: “”Seguimos juntos, evangelizando”

Sacerdote amenazado se despidió de su comunidad: “”Seguimos juntos, evangelizando”

Moreno (Buenos Aires) (AICA): El presbítero Eduardo Farrell, quien fue amenazado de muertes por grupos narcos, escribió una carta de despedida a la comunidad parroquial del Sagrado Corazón, de Cuartel V, a la que dejará para “resguardar su integridad física” luego de ser amenazado por grupos narcos. “Esta es también nuestra alegría: llevar a Jesús a los pobres y caminar con ellos los caminos de la fe popular”, expresó, y se despidió: “Estoy tranquilo porque sé que la Virgen de Luján y el Negro Manuel se van a seguir ocupando de mí. ¡Ni un tantito así para atrás! Seguimos juntos, evangelizando. Estamos cerca. Gracias por todo. Recen por mí”.
El presbítero Eduardo Farrell, quien fue amenazado de muertes por grupos narcos, escribió una carta de despedida a la comunidad parroquial del Sagrado Corazón, de Cuartel V, a la que dejará por disposición del obispo de Merlo-Moreno, monseñor Fernando Maletti.

El prelado dispuso el traslado del sacerdote a otro destino pastoral, para “resguardar su integridad física”, luego de que recibió una serie de mensajes intimidatorios.

El padre Farrell inició su carta con una frase de Atahualpa Yupanqui: “Dicen que no son tristes las despedidas. Dile al que te lo dijo, que se despida”, y dio gracias a Dios por haber podido compartir la misa “en las capillas, en asentamientos, en las calles y en las casas”, celebraciones que se hicieron para él “un ejercicio de felicidad”.

“Gracias Señor, porque en esta parroquia pude vivir mi sacerdocio a la intemperie”, sostuvo.

Asimismo, expresó su gratitud a la Virgen, porque “muestra siempre el lado más tierno de Dios y de la Iglesia; por su amor a los más débiles y porque nos enseñó que Dios no está del lado de los poderosos”, y agregó: “A ella le debo el no haber perdido de vista la estrella del buen rumbo”.

“Gratitud a todos ustedes, que me han confirmado que lo que quieren del sacerdote es que sea sacerdote. Que predique la Cruz con sus dos palos: el vertical que nos hace mirar a Dios en la fe y la esperanza, y el horizontal que nos hace mirar a los hermanos en el amor, en el servicio, en la dimensión social y política del mensaje de Jesús”, puntualizó al dirigirse a la comunidad.

El sacerdote también agradeció a “todos los compañeros y compañeras que militan por la causa de la justicia, que es también la causa de Jesucristo, hoy, por gracia de Dios, tan bendecida por el papa Francisco”, a las religiosas de la Pequeñas Hermanas de los Pobres que le trajeron a la parroquia “un aire nuevo, un fervor misionero, un acercamiento real y honesto a los más pobres y sufrientes”.

Asimismo, a los sacerdotes, diáconos y ministros que lo acompañaron en la tarea pastoral y a monseñor Maletti, a quien dijo vivirlo como “padre y como hermano” y le expresó: “Fernando Carlos, sos un pastor con olor a oveja. ¡Gracias!”.

El padre Farrell se comprometió a “seguir sirviendo al Reino, donde nos toque estar a cada uno y en especial en Cuartel V. Esta es también nuestra alegría: llevar a Jesús a los pobres y caminar con ellos los caminos de la fe popular”.

“No nos olvidemos amigos que pertenecemos a la misma Iglesia, tenemos al mismo Dios por Padre, creemos en el mismo Jesucristo, tenemos la misma madre María Santísima, luchamos por el mismo Reino, servimos al mismo Pueblo y nos espera la misma Patria”, subrayó.

“Estoy tranquilo porque sé que la Virgen de Luján y el Negro Manuel se van a seguir ocupando de mí. ¡Ni un tantito así para atrás! Seguimos juntos, evangelizando. Estamos cerca. Gracias por todo. Recen por mí”, concluyó.+

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