Mons. Dus presenció una reunión de Narcóticos Anónimos en Resistencia
Recibido por Federico, del grupo “Lo mejor está por venir”, adicto en recuperación e integrante de la estructura de Narcóticos Anónimos Resistencia, monseñor Dus se interiorizó sobre la organización y de la oportunidad del encuentro informativo que contó con la presencia de 30 integrantes venidos del Paraguay, del Uruguay, de Entre Ríos, Corrientes y de otras provincias argentinas. La actividad en Resistencia, aunque vienen funcionando hace un tiempo, fue una presentación como confraternidad nacional e internacional.
En el inicio de la reunión pública informativa del grupo Chaco, Jorge, participante de Entre Ríos y adicto en recuperación, dio la bienvenida y agradecimiento “a quienes están y escuchan el mensaje”. Lo acompañaron en la presentación Federico, de Resistencia y José María, de Asunción del Paraguay, miembros de NA.
Luego de leer el Programa de Narcóticos Anónimos, Jorge invitó a sus compañeros a compartir el testimonio del camino de la recuperación, cómo llegaron y como siguen en la organización. Durante la charla se brindó información necesaria a los asistentes y se respondió a las consultas.
“Narcóticos Anónimos se formó en julio de 1953. La primera reunión se celebró en California”, explicó Jorge, y la confraternidad fue creciendo de forma irregular pero rápidamente se extendió a distintas partes de los Estados Unidos. “En enero de 1986 se celebró la primera reunión en la Argentina, donde en la actualidad hay alrededor de 500 grupos en casi todas las provincias”, relató.
“La idea –dijo- es que en todas las provincias de nuestro país y los países de los alrededores haya una reunión como hoy en Resistencia” para que el mensaje pueda llegarle a todos. Enfatizó que es necesario que “un adicto no deba morir por no tener la posibilidad de la recuperación”. Y agregó que “Narcóticos Anónimos ofrece la recuperación”, por lo que cualquier persona que tenga problema con drogas es bienvenido, “lo único que se necesita es tener el deseo de dejar de consumir; y las puertas de NA están abiertas para cualquier adicto que lo solicite”.
Federico explicó que hasta ahora es el único espacio en Resistencia, pero que “donde se pueda crear un nuevo espacio, nos invitan, abrimos un grupo y les prestamos nuestro apoyo. De esta manera se produce el poder multiplicador, con lo que NA viene creciendo en el mundo con nosotros como protagonistas”, dijo.
“Hoy en Resistencia somos 7 u 8 en la estructura estable, pagando una contribución por el espacio, la luz que consumimos y lo que sobra se manda a la Estructura de Servicio en Buenos Aires”, detalló.
Programa de Narcóticos Anónimos
Narcóticos Anónimos es una confraternidad o asociación sin ánimo de lucro compuesta por hombres y mujeres para quienes las drogas se habían convertido en un problema muy grave. Somos adictos en recuperación y nos reunimos con regularidad para ayudarnos a permanecer “limpios”. Este es un programa de abstinencia completa de todo tipo de drogas. Sólo hay un requisito para ser miembro: el deseo de dejar de consumir. Sugerimos que mantengas una mente abierta para poder aprovechar esta oportunidad. Nuestro programa consiste en una serie de principios escritos de forma sencilla a fin de poder seguirlos diariamente. Lo más importante es que “funcionan”. En NA no te verás obligado a nada. No estamos afiliados a ninguna otra organización, no tenemos cuotas de inscripción ni se pagan honorarios, no obligamos a nadie a que firme ningún documento ni a que haga promesa alguna. No estamos asociados a ningún grupo político, religioso ni policial, y no estamos sometidos a la vigilancia de nadie. Cualquier persona puede unirse a nosotros sin que importe su edad, raza, identidad sexual, credo, religión ni la falta de esta última. No nos interesa saber qué droga consumías ni qué cantidad, con quién te relacionabas, qué has hecho en el pasado, lo mucho o lo poco que tienes, sólo queremos saber cómo podemos ayudarte. El recién llegado es la persona más importante en nuestras reuniones, porque sólo podemos conservar lo que tenemos en la medida en que lo compartimos con otras personas. Nuestra experiencia colectiva nos ha enseñado que las personas que asisten a nuestras reuniones con regularidad se mantienen limpias.+
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