Cómo un párroco más el Papa visitó casa por casa a familias de la periferia romana
Según informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede mediante un comunicado, en la tarde del viernes 19 de mayo, el papa Francisco salió del Vaticano para dirigirse rumbo a Ostia, localidad de la periferia de Roma. Como muestra de cercanía a las familias residentes en esta zona, el pontífice decidió pasar a bendecir casa por casa, así como sus habitaciones, tal y como hace el párroco cada año, precisamente durante el período pascual.
Hace dos días, don Plinio Poncina, el párroco de Stella Maris, una de las seis parroquias de Ostia, había publicado -como de costumbre- un aviso en la puerta del bloque de viviendas públicas, advirtiendo a las familias que habría pasado para encontrarse con ellas y bendecir sus casas, como de costumbre durante la Pascua.
Fue una gran sorpresa cuando los inquilinos vieron que el que llamaba al timbre no era el párroco sino el Francisco.
El Papa “se ha hecho párroco”: Con mucha sencillez habló con las familias, bendijo una docena de departamentos que forman el bloque de Piazza Francesco Conteduca 11, dejando como regalo un rosario. Bromeó, disculpándose por las molestias y asegurando, sin embargo, que había respetado el silencio por la siesta después del almuerzo, como solicita un cartel colocado en la entrada del bloque.
Ostia -aunque perteneciente al Municipio de Roma- con sus aproximadamente 100.000 habitantes- es un núcleo en sí misma, y cuenta en su contexto urbano con una vivaz comunidad de fieles, que viven y comparten también algunas situaciones difíciles, relacionadas con la vida de las periferias. La iglesia, la parroquia y el pequeño campo de fútbol contiguo, a menudo se convierten en un punto de referencia para la comunidad y constituyen un “puerto” para las diversas realidades sociales y existenciales que a menudo, debido a algunas formas de exclusión, quedan marginadas.+
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