Génova (Italia) (AICA): El papa Francisco visita esta sábado 27 de mayo la ciudad de Génova, en el Norte de Italia. En su intenso programa el Santo Padre quiso encontrarse con las diversas realidades que componen el tejido social. Se reunió con el mundo del trabajo, con los jóvenes, con los obispos y religiosos y también quiso mostrar su cercanía con los pobres, refugiados, sin techo y detenidos en Génova al compartir un almuerzo con unas 130 personas en la “Sala del Caminetto”, del Santuario de Nuestra Señora de la Guardia.
El papa Francisco visita esta sábado 27 de mayo la ciudad de Génova, en el Norte de Italia. En su intenso programa el Santo Padre quiso encontrarse con las diversas realidades que componen el tejido social. Se reunió con el mundo del trabajo, con los jóvenes, con los obispos y religiosos y también quiso mostrar su cercanía con los pobres, refugiados, sin techo y detenidos en Génova al compartir un almuerzo con unas 130 personas en la “Sala del Caminetto”, del Santuario de Nuestra Señora de la Guardia, entre ellos: 11 presos de dos cárceles de Génova, 5 provenientes de la cárcel de Marassi y 6 detenidos de la cárcel de Pontedecimo; también fueron invitadas personas pobres y sin hogar, que son asistidos por numerosas asociaciones eclesiales; además de migrantes y solicitantes de asilo alojados en las diversas estructuras de la diócesis.
El pontífice compartió con ellos las viandas típicas de la tradición genovesa, un plato de comida, sobrio pero esencial, hecho con las manos y con el corazón de las personas que trabajan allí, valorizando al más débil, alimentos preparados por las personas de la Cooperativa Social “San Jorge de la Guardia”.
“Un momento simbólico, un encuentro significativo en continuidad con la historia del Santuario, que desde sus orígenes distribuyó los alimentos a los pobres, porque las manos y el corazón de la Madre de Jesús – Nuestra Señora de la Guardia, patrona de Génova – están siempre abiertas a sus hijos más débiles, en el espíritu y en el cuerpo”, explica Radio Vaticana.
De este modo, en su visita a Génova, el papa Francisco vuelve a tocar los “temas candentes” y recurrentes de su pontificado: el anuncio de la alegría del Evangelio, la superación de la cultura del descarte, la falta de trabajo y oportunidades para los jóvenes, la denuncia de la mundanidad como un mal de nuestro tiempo, la propuesta de reforma de la Iglesia que muchas veces es auto-referencial y no misionera; y sobre todo, la acogida a los migrantes y los últimos de la sociedad. +
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