La decisión se funda en uno de los problemas más serios del mundo actual entre los jóvenes: los estupefacientes. Las drogas anulan a las personas, debilitan las voluntades y destruyen la armonía en las familias. De este modo, la arquidiócesis de Mercedes-Luján adhiere a la iniciativa que la Conferencia Episcopal ha tomado hace ya bastante tiempo en este tema, para que la ciudadanía tome conciencia y poder así salvar a niños y jóvenes del flagelo de la droga.
Mientras tanto, con la Junta Regional de Educación Católica (Jurec), el 21 de junio se reunieron en la parroquia San Pedro, de Chivilcoy, representantes de los colegios católicos pertenecientes al arzobispado y varios de congregaciones religiosas, para empezar a trabajar en el plan propuesto por la Pastoral Nacional de Adicciones y Drogadependencia.
En un clima de fraternidad, responsabilidad y con un compromiso por la gravedad que el tema supone, trabajó durante toda la mañana en el análisis del plan, las buenas prácticas y el análisis que cada colegio va a realizar en lo que queda del año. También se compartieron preocupaciones, modos de trabajo y las dificultades que esto conlleva, pero prevaleció la esperanza de que este trabajo minucioso que comienza en cada escuela, y en todo el país, va a traer grandes frutos que permitan que se trabaje por la consigna principal: Ni un pibe menos por la droga.+
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