La Santa Sede reitera ante la ONU que sólo el diálogo puede traer paz a Medio Oriente
El representante vaticano centró su discurso en la situación de Medio Oriente y la cuestión palestino-israelí, y ratificó el apoyo de la Santa Sede a la solución de dos Estados en la región.
La esperanza es, por tanto, la de una nueva estructura geopolítica que incluya al Estado de Israel flanqueado por Palestina en un entorno de paz y dentro de fronteras reconocidas internacionalmente, sostuvo.
La solución se negocia para garantizar la seguridad y la prosperidad con miras a una coexistencia pacífica. No hay alternativa a un acuerdo negociado que conduce a una solución acordada mutuamente. El camino a seguir es a negociaciones directas entre israelíes y palestinos, con el apoyo de la comunidad internacional, agregó.
Monseñor Kassas afirmó que para que este proceso se complete con éxito, los israelíes y los palestinos deben dar pasos significativos para reducir la tensión y la violencia. Ambas partes deben abstenerse de acciones, entre ellas la de los asentamientos, que podrían contradecir el compromiso con una solución negociada.
En este sentido, recordó la visita que el ex presidente israelí Shimon Peres y el palestino Mahmoud Abbas hicieron al Vaticano en 2014, en cuyo marco el papa Francisco instó a orar y promover la cultura del diálogo, por lo que la generación más joven puede legar "una cultura que sabe cómo delinear estrategias no la muerte, sino la vida, no la exclusión, sino la integración".
La solución de dos Estados también requiere que todas las facciones palestinas muestran una voluntad política unida de trabajar juntos. A los palestinos un frente único -dijo monseñor Kassas- sería esencial para la prosperidad económica, la cohesión social y la estabilidad política de un Estado de Palestina.
El representante vaticano insistió en afirmar que en la cuestión de Jerusalén no se debe olvidar que Jerusalén es una ciudad sagrada para judíos, cristianos y musulmanes. El status quo de los lugares sagrados es un motivo de gran sensibilidad.
La Santa Sede confirma su posición en línea con la comunidad internacional y renueva su apoyo a una solución global justa y duradera sobre la cuestión de Jerusalén, manifestó, al tiempo que destacó la importancia de un estatuto especial para Jerusalén, con el fin de garantizar la libertad de religión y de conciencia.
Asimismo, pidió que se garantice el acceso seguro y sin trabas a los lugares sagrados a los fieles de todas las religiones y nacionalidades.
El domingo, tras el rezo del Ángelus, Francisco recordó "las graves tensiones y la violencia de los últimos días en Jerusalén" y subrayó: "Siento la necesidad de expresar un sentido llamamiento a la moderación y al diálogo".+
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