Al concluir la fiesta de la Virgen del Valle comenzó para los catamarqueños el Año de la Piedad Popular, en el segundo del trienio en preparación al jubileo del 2020, año del 400° aniversario de la presencia de la Virgen en el Valle de Catamarca.
Los actos dieron apertura con la salida de la Sagrada Imagen en el trono festivo, llevado en andas por integrantes de la IV Brigada Aerotransportada y de la Agrupación de Fuerzas Especiales de Córdoba, quienes llegaron corriendo en postas desde la ciudad mediterránea para honrar a la Patrona de los Paracaidistas, escoltada por la Guardia de Honor de la División Bomberos de la Policía de la Provincia y miembros de las agrupaciones gauchas, precedida por el obispo diocesano, monseñor Luis Urbanc, y sacerdotes del clero catamarqueño.
En la plaza 25 de Mayo la esperaban las autoridades provinciales y municipales, legislativas, judiciales y de las Fuerzas de Seguridad, junto con una gran cantidad de fieles que hicieron sentir su fervor y emoción cuando la Virgen bendita apareció en el Paseo de la Fe, mientras sonaban los acordes de la banda de Música de la Policía de la Provincia y la animación del grupo Yanai.
Ubicada en la urna, la Virgen Morenita recibió emocionadas expresiones de amor y fe de las delegaciones de peregrinos, de instituciones civiles y grupos eclesiales de Catamarca. Los característicos misachicos pusieron música al paso de los hermanos visitantes y se observaron coloridos atuendos, banderas, carteles, pañuelos e imágenes de la Patrona de los catamarqueños.
Luego del paso de la columna de peregrinos, las campanadas y los acordes de la Banda de Música anunciaron el inicio de la Solemne Procesión, cuando monseñor Urbanc colocó la Sagrada Imagen en la urna preparada para la marcha procesional. Adelante se ubicaron las religiosas y religiosos, seminaristas, sacerdotes y el obispo, y detrás las autoridades provinciales y municipales, encabezadas por la gobernadora, doctora Lucía Corpacci, y el intendente de la capital, licenciado Raúl Jalil, respectivamente, autoridades legislativas, judiciales y de las Fuerzas de Seguridad, peregrinos y fieles en general.
La multitud de feligreses se desplazó por calle República hasta Mariano Moreno, abrazando el Paseo General Navarro o Plaza de la Coronación, conocida popularmente como La Alameda, siguiendo por calle San Martín hasta el Paseo de la Fe. En el trayecto se rezaron los misterios del Santo Rosario, intercalando textos bíblicos, plegarias y alegres canciones.
Luego de bordear la plaza 25 de Mayo, la Imagen bendita arribó al santuario donde los fieles aguardaban a la Virgen Morenita. El clima festivo se expresó con vivas y pañuelos agitados, para saludar a la Patrona de Catamarca y del Noroeste Argentino.
Un momento emotivo se vivió cuando el tenor catamarqueño Nicolás Romero homenajeó a la Madre Morena con su voz. Seguidamente, el Obispo Diocesano pronunció su mensaje final:
Querida Madre del Valle, en nombre de todos tus devotos hijos y peregrinos que nos congregamos para manifestarte nuestro amor y gratitud, y para suplicarte que nos sigas ayudando a amar, más y mejor, al Hijo de Dios, que se hizo uno de nosotros en tus purísimas entrañas, por tu generoso sí al pedido que te hizo Dios. Te agradezco porque nos has hecho revivir la fe, nos has fortalecido la esperanza y has reencendido en nosotros el amor a Dios y a los hermanos, expresó el obispo.
El obispo confió a la Madre del Valle la tarea que la Iglesia diocesana se propuso para este año: profundizar la piedad popular, cuyo alfarero es el mismo Espíritu Santo que te convirtió en Madre del Salvador y entregó simbólicamente a todas las comunidades la carta pastoral, en la persona de los cuatro decanos y de las autoridades civiles presentes. Anima a cada bautizado a que abra su corazón a la acción de la Gracia, para que nos volvamos más dóciles discípulos-misioneros, de manera que el Reino de Dios se vuelva más atractivo para todos los seres humanos, pidió.
El prelado pidió especialmente a la Virgen por los 44 marineros del submarino San Juan: Te los confío, al igual que a sus familiares, para que el Buen Dios a cada quien le otorgue la gracia y la paz que necesita y encomendó también a los legisladores que asumirán sus bancas: para que busquen tu protección e inspiren en Ti el modo de obrar en el cumplimiento del deber. Que se aboquen a sancionar leyes justas que velen por el bien auténtico de todos, respetando la ley natural y siguiendo el dictado de una conciencia recta.
En vistas al Jubileo de 2020, el prelado afirmó: Seguramente, Tú has intervenido con tus mociones y con tu casto encanto, en la voluntad de los obispos argentinos para que hayan dispuesto que en el Jubileo del año 2020, por los 400 años del hallazgo de esta sagrada imagen de tu Pura y Limpia Concepción, que veneramos, se realice aquí el IV Congreso Mariano Nacional, y pidió que nos facilites la tarea que, desde hoy comenzamos para preparar tan magno acontecimiento, a través del cual podrás derramar abundantes gracias para toda la Nación, que tanto necesita refundar sus metas, aspiraciones, modelos y políticas, a partir de Dios, fuente y razón de toda justicia, como reza el preámbulo de nuestra constitución nacional.
Por último, Madre de los Peregrinos, te pido por todos los que ahora o mañana emprenden su regreso; acompáñalos y cuídalos de los peligros del camino y que puedan reencontrarse con sus seres queridos, llevándoles tus bendiciones y favores que vinieron a implorar, concluyó, agradeciendo a los peregrinos y recordando que siempre los esperamos.
Año de la Piedad Popular
Como cierre de la ceremonia, se presentó la Carta Pastoral que fue entregada a los decanos de los cuatro decanatos de la diócesis: Capital, Centro, Este y Oeste, y a las autoridades civiles, en la persona de la Gobernadora de la Provincia y el Intendente de San Fernando del Valle de Catamarca.
Con la oración preparatoria para el Jubileo del 2020, se puso en manos de la Virgen del Valle este camino emprendido como Iglesia particular para celebrar los 400 años del hallazgo de la Imagen en la Gruta de Choya.
Como homenaje a la Patria se entonaron las estrofas del Himno Nacional y luego del Himno a Catamarca, dando paso al arriamiento de la Bandera.
Luego se otorgó una indulgencia plenaria en la forma acostumbrada por la Iglesia y antes de la bendición final, monseñor Urbanc compartió con los fieles la noticia del fallecimiento del arzobispo de Mendoza, monseñor Carlos María Franzini, pidió por su alma y por la hermana Iglesia de Mendoza para que el Señor los reconforte.
En el momento de la despedida, con vivas, pañuelos agitados, lágrimas de emoción, miles de peregrinos y devotos saludaron a la Madre Morenita, que regresó a su Camarín en medio de un espectáculo de fuegos artificiales.+
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